Sorrento, ese rinconcito mágico al sur de Italia, es difícil de definir con una sola etiqueta. ¿Tierra de colores? Sí. ¿Ciudad de jardines? También. ¿Cuna de sirenas? Bueno, eso dicen las leyendas. Pero, sobre todo, es el lugar donde nació Torquato Tasso, el célebre poeta, y donde la historia parece haber hecho una parada para dejar un pedacito de cada cultura que pasó por aquí.
Griegos, romanos, normandos, aragoneses… todos dejaron su marca, mientras disfrutaban de una naturaleza tan generosa que uno se siente pequeño frente a esos paisajes que parecen de postal.
Desde el siglo XIX, Sorrento se transformó en un destino turístico predilecto, especialmente para los ingleses y los europeos más pudientes que recorrían el Mediterráneo en su famoso “Grand Tour”. ¿Te imaginas? La aristocracia de la época venía aquí como parte obligatoria de su formación cultural.
Ese legado todavía se respira en el aire: Sorrento tiene una vibra distinta a otros destinos de Campania. Es más tranquila, más refinada. Aquí todo parece estar un poco más en su sitio, sin perder ese encanto que enamora.
Dónde está Sorrento
Situado en la región de Campania, en la provincia de Nápoles, Sorrento es un pequeño municipio que se ha ganado un lugar privilegiado en el turismo internacional.
Con una población fija de aproximadamente 16.700 habitantes, esta cifra se triplica durante la temporada alta, cuando visitantes de todo el mundo llegan para disfrutar de su encanto costero, su rica cultura y su hospitalidad.
Cosas para hacer y ver en Sorrento
¿Y qué hacer en Sorrento? Las opciones sobran. Desde paseos por sus callejuelas pintorescas hasta perderse en vistas que te quitan el aliento.
Aquí van algunas ideas que, desde nuestra experiencia, son imprescindibles. Porque Sorrento no solo se visita, se vive.
Villa Comunale: una postal hecha realidad
A dos pasos de la Plaza Tasso, la Villa Comunale de Sorrento es un rincón íntimo que parece salido de un sueño. Este pequeño parque no solo está ordenado y acogedor, sino que también regala unas vistas al mar que bien podrían competir con cualquier tarjeta postal.
¿Lo mejor? Desde aquí puedes bajar a Marina Piccola en un ascensor súper práctico. En verano, esta marina es el punto de partida hacia las islas de Capri, Ischia y Procida. Así que no solo es un mirador espectacular, también es una puerta al paraíso.
Plaza Tasso y Corso Italia: el corazón vibrante de Sorrento
Si Sorrento tuviera un alma, sin duda estaría en la Plaza Tasso y el Corso Italia. Este es el lugar donde todo ocurre: bares animados, restaurantes irresistibles, tiendas de todo tipo y, claro, una marea constante de gente durante prácticamente todo el año. En Navidad, el ambiente se multiplica por diez, porque aquí no solo se respira verano; la magia está presente en cualquier estación.
¿La única pega? Los coches que aún tienen acceso al centro. Aunque, ojo, no estamos hablando de un tráfico caótico como el de otras ciudades italianas. Aquí el ritmo es otro, más pausado, más llevadero.
Catedral de Sorrento: un viaje por los siglos
En pleno centro histórico, la Catedral de los Santos Felipe y Santiago lleva más de mil años marcando el paisaje de Sorrento. Aunque ha cambiado mucho desde su construcción original, su fachada neogótica (finalizada en los años 20 del siglo pasado) y su interior barroco del siglo XVIII son un testimonio de su rica historia.
Dentro, no te pierdas los lienzos de Giacomo del Pò en el techo del presbiterio, que representan la Asunción y a los santos Felipe y Santiago. También destaca la “Madonna con el Niño y los dos Saint Johns”, obra de Silvestro Buono.
En el exterior, sobre el Corso Italia, encontrarás el campanario con su característico reloj de cerámica del siglo XVIII. ¡Una joya que no pasa desapercibida!
Valle de los Molinos: la belleza en ruinas
El Vallone dei Mulini, o Valle de los Molinos, es uno de esos lugares que parecen sacados de una novela gótica. Este desfiladero natural, escondido en pleno centro histórico de Sorrento, cuenta la historia de un molino construido en el siglo XVII por la familia Correale para moler trigo.
Hoy, el valle está completamente abandonado, y una vegetación densa ha cubierto lo que alguna vez fue un espacio de actividad frenética. Solo quedan las ruinas, envueltas en un aire melancólico que hipnotiza a todo el que se acerca. Eso sí, no se puede entrar; tendrás que conformarte con admirarlo desde fuera y sacar fotos dignas de una exposición.
Claustro de San Francisco: historia con alma
Justo al lado de la Villa Comunale, el Claustro de San Francisco es una de esas visitas que no puedes dejar pasar. Forma parte de la iglesia del mismo nombre, aunque lo más interesante está en su arquitectura. Este lugar mezcla estilos como un collage: arcos cruzados de toba volcánica se combinan con arcos de medio punto, sostenidos por columnas decoradas con capiteles únicos.
La atmósfera aquí es solemne, casi mística. No es raro que sea uno de los lugares más demandados para bodas en Sorrento. Si quieres un rincón para sentir la calma y la historia en perfecta armonía, este es el lugar.
Sedile Dominova: un testigo de la historia de Sorrento
El Sedile Dominova, situado en la encantadora vía San Cesareo, es mucho más que un edificio antiguo; es un fragmento vivo de la historia sorrentina. Construido en el siglo XIV, este lugar nació como punto de reunión para los nobles de la parte occidental de Sorrento, tras las disputas sangrientas entre familias patricias que solo pudieron ser apaciguadas por la intervención del obispo.
El nombre “Dominova” viene del latín Domus Nova (Casa Nueva), y durante siglos fue un símbolo de poder y exclusividad. Sin embargo, en 1877 se transformó en algo completamente distinto: la sede de la Sociedad de Obreros de Ayuda Mutua. Este cambio marcó el paso de la nobleza al proletariado, y el edificio se convirtió en un refugio para los trabajadores que buscaban protegerse ante accidentes o enfermedades.
Aún puedes admirar sus frescos, incluido el escudo de Sorrento, que nos recuerda tanto las glorias como las transformaciones de esta ciudad. Este lugar es, sin duda, un rincón imprescindible para los amantes de la historia.
Museo Correale de Terranova: arte, historia y vistas
Si buscas un lugar donde el arte y la historia se fusionen en un entorno espectacular, el Museo Correale de Terranova no te va a defraudar. Este museo, legado de los hermanos Alfredo y Pompeo Correale, ocupa un elegante edificio de tres plantas con veinticuatro salas, una biblioteca y un jardín que parece sacado de un cuento.
En su interior, encontrarás verdaderos tesoros: muebles exquisitos, porcelana de Capodimonte, lienzos del siglo XVII inspirados en la Contrarreforma, vistas de la Escuela Posillipo y una vasta colección de documentos históricos sobre el Reino de Nápoles. Pero, ojo, no te vayas sin dar un paseo por su jardín; las vistas al mar desde aquí son simplemente mágicas.
🕒 Horarios de apertura:
1 de abril al 31 de octubre
- Martes a sábado: 9:30 a 18:30
- Domingos y festivos: 9:30 a 13:30
- Lunes: cerrado
1 de noviembre al 31 de marzo
- Martes a sábado: 9:30 a 18:30
- Domingos y festivos: 9:30 a 13:30
- Lunes: cerrado
💰 Entrada completa: 8,00€
Los baños de la Reina Giovanna: un rincón de leyenda
Olvídate de las playas de arena; en Sorrento, las joyas están en las calas escondidas, y los Bagni della Regina Giovanna son prueba de ello. Este lugar, que combina historia, naturaleza y un toque de misterio, recibe su nombre en honor a la reina Giovanna de Anjou, quien, según la leyenda, solía bañarse aquí en compañía de sus amantes.
Llegar no es complicado, pero tiene su truco: primero debes dirigirte al Capo di Sorrento y caminar un trecho hasta la cala. Eso sí, encontrar aparcamiento puede ser misión imposible, así que el autobús es una opción más práctica, especialmente en temporada alta.
🚧 Nota importante: el acceso puede estar cerrado por deslizamientos de tierra, así que infórmate antes de planificar tu visita. Pero si está abierto, prepárate para descubrir un rincón que es literalmente un paraíso.
💡 Consejo: No es el mejor lugar para ir con niños pequeños, pero si buscas aguas cristalinas y un ambiente casi místico, este es tu sitio.
Marina Grande y Marina Piccola en Sorrento
Marina Grande: un encantador pueblo marinero
Marina Grande, accesible a través de un camino empedrado y la antigua Puerta Griega, conserva todo el encanto de un antiguo pueblo de pescadores. Este rincón pintoresco destaca por sus casas coloridas, barcas tradicionales y redes tendidas en la orilla.
Famosa también por ser escenario del clásico filme “Pane, Amore e…” con Sofia Loren y Vittorio De Sica, Marina Grande es perfecta para disfrutar de restaurantes típicos, pequeños bares y balnearios.
Aunque ya no quedan vestigios de los astilleros que construían los célebres gozzi sorrentini (embarcaciones de madera ideales para la pesca), el lugar mantiene su esencia marinera. Si visitas el 26 de julio, podrás participar en la festividad de Santa Ana, patrona del pueblo, en cuya iglesia se celebra esta tradición.
Marina Piccola: el puerto de Sorrento
Marina Piccola, ubicada en una cala cercana a la Piazza Tasso, es el puerto principal de Sorrento, donde atracan ferris e hidroalas que conectan con otros destinos del Golfo de Nápoles.
En el pasado, la zona se conocía como Marina di Capo Cervo por el promontorio que la rodea. La construcción del puerto en 1912 transformó el paisaje original, aunque aún persiste la pequeña capilla dedicada a Santa Maria del Soccorso y a las almas del purgatorio.
En los laterales del puerto se encuentran los balnearios, que debido al espacio limitado de la playa, suelen estar construidos sobre plataformas sobre el agua, ofreciendo una experiencia única de relajación frente al mar.
Museo de la Taracea de Madera
Ubicado en el centro histórico de Sorrento, en el restaurado Palazzo Pomarici Santomasi, el Museo de la Taracea de Madera es una joya para los amantes del arte y la artesanía. Este pequeño pero fascinante museo alberga piezas únicas de mobiliario, creadas entre los siglos XV y XIX por artesanos locales e italianos.
La técnica de la taracea
La taracea, un arte que combina diferentes tipos de madera para crear intrincados diseños, sigue viva gracias a unos 700 artesanos que mantienen esta tradición, renovando tanto el diseño como los procesos de trabajo.
El museo no solo exhibe piezas de mobiliario, sino que también muestra herramientas, materiales y fotografías históricas que documentan el oficio. En el segundo piso, los visitantes pueden explorar recreaciones de interiores de casas nobles del siglo XIX, incluyendo escritorios, dormitorios y áreas de ocio.
Colección de arte y diseño
Además de los muebles, el museo cuenta con una colección de pinturas de artistas del siglo XIX como Pitloo, Carelli, Colemann y Scedrin, además de grabados y fotografías de época. En cuanto a diseño contemporáneo, exhibe obras de renombrados diseñadores como Sawaya, Portoghesi, Mendini, entre otros.
Visitar el Museo de la Taracea es una experiencia que combina historia, arte y tradición, ideal para descubrir una faceta única de la cultura sorrentina.
¿Piensas que Sorrento es solo para el verano? Nada más lejos de la realidad. La Navidad en Sorrento es una experiencia que transforma la ciudad en un cuento de hadas. Las luces parpadeantes, los conciertos, los espectáculos teatrales y, por supuesto, la deliciosa gastronomía crean un ambiente único que no deja indiferente a nadie.
El árbol iluminado en el Corso Italia se roba todas las miradas, pero son las pequeñas luces que adornan cada rincón de la ciudad las que realmente aportan ese toque especial. Aquí, incluso el frío parece más cálido gracias al espíritu navideño que se respira en cada esquina.
🎄 Pro tip: Visitar Sorrento en esta época no solo te permite disfrutar de su magia, sino que también es una excelente oportunidad para evitar las multitudes veraniegas y explorar la ciudad de una manera diferente.
Consejo ecológico: Lleva siempre contigo una bolsa reutilizable cuando salgas a caminar, acampar, nadar o incluso bucear. Las montañas, los océanos, los ríos y los lagos están llenos de nuestra basura. Esto causa problemas para los animales salvajes y el ecosistema.
Puedes recoger plástico y basura que veas en tu camino de regreso, no lleva mucho tiempo. Te sorprenderá la cantidad de personas que apreciarán tu esfuerzo y aprenderán de tu comportamiento.
Qué comer en Sorrento
En Sorrento, la cocina no es solo comida, ¡es arte puro! Ya sea en un restaurante con estrella Michelin o en una sencilla trattoria familiar, aquí cada bocado es un homenaje a una tradición gastronómica que combina el respeto por la calidad y la autenticidad de sus productos locales.
La gastronomía sorrentina se inspira en los tesoros de una naturaleza generosa y un clima privilegiado. Sus recetas se basan en ingredientes frescos y de proximidad, como el aceite de oliva, el vino, las verduras, las nueces, los quesos y, por supuesto, los emblemáticos limones de la región.
Platos típicos que no te puedes perder
- Ñoquis alla sorrentina: esos pequeños bocados de felicidad, servidos con tomate, albahaca y fiordilatte derretido, son un clásico que nunca decepciona.
- Cannelloni rellenos de ricotta: una delicia que hará bailar tus papilas gustativas.
- Aragosta al pomodoro: ya sea hervida o cocinada con tomate, es un plato que sabe al Mediterráneo.
- Parmigiana de berenjenas: una receta simple pero con un sabor que conquista.
- Gambas salteadas o fritas: ligeramente rebozadas y crujientes, ¡perfectas para acompañar un vino local!
- Pulpo en cazuela: tierno y lleno de sabor, ideal para los amantes de los frutos del mar.
Todos estos manjares maridan de maravilla con un buen vino blanco o tinto de Sorrento, que resalta los sabores únicos de la región.
Ñoquis a la sorrentina: un clásico que nunca falla
Hablar de Sorrento y no mencionar los ñoquis a la sorrentina sería un pecado culinario. Este plato icónico es mucho más que una receta local; es un emblema de la cocina mediterránea que ha conquistado al mundo. Imagina: ñoquis hechos a mano, cubiertos con una salsa de tomate fresco, mozzarella derretida y un toque de albahaca. Sencillo, pero absolutamente delicioso.
Eso sí, un consejo: no te conformes con cualquier versión “turística”. Pregunta a los locales por el sitio donde ellos comerían este plato, porque aquí la clave está en la calidad de los ingredientes. Y créeme, cuando los sabores son auténticos, cada bocado es una explosión de felicidad.
¿Un maridaje perfecto? Acompáñalos con un vino blanco local y cierra la comida con un limoncello casero. Porque, al final del día, Sorrento también es sinónimo de buen comer y mejor vivir.
Postres inolvidables
Y como no todo es salado, la repostería local es un festival de aromas cítricos y texturas suaves:
- Delizia al limone: un bizcocho esponjoso relleno y cubierto con una sedosa crema de limón.
- Babà al limoncello: una versión local de este clásico napolitano, aromatizado con el licor insignia de la región.
- Zeppole: buñuelos fritos rellenos de crema, ¡ideales para un capricho dulce!
- Follovielli: pequeños paquetes de hojas de vid rellenos de uvas pasas y horneados.
Tampoco te olvides de probar el semifreddo, conocido aquí como “gelato caliente”, y las tradicionales sfogliatelle, que te sorprenderán con su relleno dulce.
Limoncello: el alma líquida de Sorrento
¿De dónde viene el limoncello? Esa es la pregunta del millón. Algunos aseguran que nació en Capri, otros apuestan por Amalfi, pero los de Sorrento dirán con orgullo que es suyo. Lo único cierto es que esta bebida es un símbolo de la región y una experiencia obligatoria si visitas la ciudad.
En Sorrento, la limoncellomanía está en todas partes: desde fábricas artesanales hasta tiendas que exhiben botellas de todos los tamaños y diseños. No te puedes ir sin probar una copa de este elixir dorado, perfecto como digestivo tras una comida. Y, claro, llevarte una botella como recuerdo es casi un ritual.
💡 Dato curioso: una buena botella de limoncello artesanal cuesta entre 10 y 12 euros, un precio pequeño por un pedacito del Mediterráneo.
¿Dónde dormir en Sorrento?
Desde hace casi dos siglos, Sorrento ha sido un destino de ensueño para nobles, artistas y viajeros de a pie. Hoy en día, su oferta de alojamiento es tan diversa como su historia, con opciones para todos los bolsillos.
La ciudad cuenta con una gran cantidad de hoteles, pensiones y Bed & Breakfast distribuidos tanto en el centro histórico como en las áreas cercanas. Lo mejor es que Sorrento es lo suficientemente pequeña como para recorrerla a pie, por lo que, elijas donde elijas, ¡no necesitarás coche para moverte!
Sin embargo, hay que tener en cuenta que es un destino popular durante todo el año. Especialmente en temporada alta –como Semana Santa, Navidad, puentes festivos y, por supuesto, el verano–, encontrar alojamiento económico puede ser un verdadero reto.
💡 Consejo práctico: Si buscas algo más asequible, considera quedarte en alguno de los B&B o pequeños hoteles situados a lo largo de la Costiera Sorrentina. Ofrecen un ambiente más tranquilo y, en muchos casos, vistas espectaculares al Mediterráneo.
🌟 Importante: Para evitar sorpresas desagradables, te recomendamos reservar con antelación, especialmente si planeas visitar en las fechas más concurridas. ¡La planificación es clave para disfrutar de una estancia inolvidable en Sorrento!
Qué significa ‘Torna a Surriento’
Interpretada magistralmente por Andrea Bocelli, Torna a Surriento es más que una canción napolitana: es un himno a la belleza, la nostalgia y el amor eterno por la ciudad de Sorrento. Compuesta en 1902 por Ernesto y Giambattista De Curtis, esta obra captura la esencia de un lugar cuya naturaleza y ambiente despiertan sentimientos profundos.
La canción es una súplica apasionada dirigida a un ser querido que está por partir. Los versos resaltan la belleza del mar Tirreno, los jardines perfumados por los cítricos y el magnetismo del lugar, convirtiendo estos elementos en metáforas del amor y la conexión espiritual con la tierra natal.
La repetida invitación a “volver” simboliza no solo el deseo de reunirse con el amado, sino también la resistencia a abandonar un lugar que encarna el refugio y la plenitud emocional.
La melodía, profundamente emotiva, combina la dulzura del romance con el peso de la melancolía. La interpretación de Andrea Bocelli amplifica estas emociones con su voz poderosa y llena de matices, llevando al oyente a imaginarse las vistas y los aromas de Sorrento como si estuviera allí.
Cómo ir de Nápoles a Sorrento: Opciones de transporte
1. Excursión a Sorrento: Ideal para un día completo
Si tienes poco tiempo pero deseas aprovechar al máximo tu visita, una excursión organizada es una excelente opción. Con estas excursiones, te recogen en tu hotel en Nápoles por la mañana, y pasarás el día explorando los lugares más emblemáticos de la Costa Amalfitana, como Sorrento, Amalfi, Positano y Ravello.
Si prefieres visitar Sorrento y las ruinas de Pompeya en el mismo día, también hay excursiones que combinan ambos destinos, ideales si no tienes tiempo para quedarte en Sorrento durante varias horas.
2. En tren: La opción más barata
El tren es una de las formas más comunes y económicas para viajar entre Nápoles y Sorrento. El trayecto es cómodo y rápido, ideal para quienes prefieren viajar por su cuenta.
- Duración: Aproximadamente 1 hora.
- Estaciones: Los trenes salen desde las estaciones de Porta Nolana y Porta Garibaldi (la estación central de Nápoles), ambas cerca la una de la otra, a unos 10 minutos a pie.
Aunque la zona alrededor de estas estaciones puede no ser la más atractiva para los turistas, es una opción de transporte directa y eficiente.
3. En ferry: La opción escénica y rápida
Si buscas un viaje pintoresco y disfrutar de unas vistas impresionantes del Golfo de Nápoles y el Vesubio, el ferry es una opción fantástica.
- Duración: Alrededor de 45 minutos.
- Precio: Aproximadamente 14€.
Los ferries salen desde el Puerto Molo Beverello, al que puedes llegar fácilmente desde el centro de Nápoles en metro (línea 1), bajando en la parada Municipio. Es recomendable reservar los billetes online o comprarlos en las taquillas de la empresa Alilauro en el puerto.
Este trayecto es perfecto para quienes disfrutan de la naturaleza y las vistas panorámicas, haciendo del viaje parte de la experiencia. Una buena idea es ir en ferry y regresar en tren, para disfrutar de dos diferentes perspectivas del viaje.
4. Autobús directo desde el aeropuerto de Nápoles a Sorrento
Si llegas directamente al aeropuerto de Nápoles y quieres ir a Sorrento sin complicaciones, el autobús es una opción muy práctica.
- Duración: Aproximadamente 1 hora y 15 minutos.
- Precio: 10€.
Existen varios autobuses diarios que salen directamente desde el aeropuerto a Sorrento, evitando la necesidad de ir hasta el centro de Nápoles para tomar tren o ferry. Es recomendable comprar los billetes online con antelación para asegurar tu plaza.
Tours Civitatis Sorrento
Hola, soy Jota, ¡Gracias por visitar nuestro blog!
En 2016 dejamos nuestra monótona vida y comenzamos a perseguir cascadas, atardeceres y vistas de todo el mundo. En este blog, compartimos historias y consejos de viajes favoritos.
Queremos que todo el mundo pueda viajar a donde quiera, tan a menudo como quiera.