Para los que no conocen esta ciudad de España, Cuenca es una verdadera joya de arte, naturaleza e historia. Con sus magníficos monumentos históricos, sus impresionantes rutas naturales, su deliciosa gastronomía local y su arte inspirador, creemos que Cuenca tendría que estar en tu lista de destinos.
¿Has oído hablar de esta ciudad poco frecuentada de la región de Castilla-La Mancha? Gracias a su ubicación entre Madrid y Valencia, muchos viajeros se detienen en Cuenca sólo unas horas, pero te recomendamos encarecidamente pasar la noche, idealmente dos noches, para disponer de un día completo y descubrir todos sus tesoros.

Desde su arquitectura romántica de estilo antiguo hasta sus vistas majestuosas y su belleza natural, pasando por el arte abstracto y las históricas casas colgantes, el casco medieval de Cuenca es el lugar perfecto para una escapada de fin de semana. Descubre, a través de nuestra propia experiencia, lo que ofrece Cuenca y conoce uno de los destinos menos conocidos de España para el arte y la naturaleza.
Como llegar a Cuenca
Visitar Cuenca es ideal en tren porque se encuentra convenientemente situada en la línea ferroviaria principal que conecta las encantadoras ciudades españolas de Madrid y Valencia.
Ir en coche también resulta cómodo para visitar Cuenca. Si conduces entre Valencia y Madrid, sólo necesitas añadir unos 30 minutos extra para desviarte de la autopista principal y hacer una parada en Cuenca. El trayecto en coche de Valencia a Cuenca puede durar poco más de dos horas, y de Madrid a Cuenca, poco menos de dos horas. Como puedes comprobar, el tren te ahorra algo de tiempo.
Qué ver y hacer en Cuenca
Cuenca ofrece mucho más que su casco histórico, por lo que puede considerarse más bien una pequeña ciudad. Fundada por los moros a principios del siglo VIII, mantiene una arquitectura histórica magníficamente conservada que hoy alberga también arte abstracto de renombre mundial.
Una vez estés allí, estas son nuestras recomendaciones de visita y actividades en Cuenca.
Casas colgantes de Cuenca
Probablemente el monumento más famoso de Cuenca son las Casas Colgantes, esas casas colgadas. Se trata de un conjunto de viviendas con siglos de antigüedad, construidas al borde del desfiladero y con grandes balcones de madera que sobresalen de forma espectacular sobre los acantilados rocosos.

En la actualidad, las casas funcionan como museo y albergan el Museo de Arte Abstracto Español. Puedes recorrer los edificios mientras contemplas las exposiciones de arte abstracto de los años 50 y 60, con especial atención a las obras del querido artista local, Fernando Zobel. Como es de esperar, desde los amplios ventanales del museo se disfrutan vistas impresionantes del desfiladero del río Huécar que corre bajo las casas.
Cruzar el Puente de San Pablo en Cuenca
Dar un paseo por este emblemático puente es una parada obligatoria cuando estás en Cuenca. Construido originalmente en piedra en el siglo XVI, colapsó y fue reconstruido en 1902 con estructura de hierro y madera.

El puente cruza el desfiladero del río Huécar y une el convento de San Pablo —hoy un magnífico parador‑hotel— con el casco antiguo de la ciudad. Desde el puente de San Pablo se contemplan las mejores vistas de las Casas Colgadas que se asoman al cañón.
Catedral de Santa María la Mayor
Data del siglo XII y XIII, la impresionante catedral de Cuenca se alza con orgullo en la plaza principal del pueblo. También conocida como Nuestra Señora de Gracia, la catedral combina detalles arquitectónicos normandos y góticos. Aunque la fachada sufrió daños en 1902, el interior ha quedado muy bien conservado.
El santuario ricamente decorado y el retablo de granja del siglo XVIII, obra de Ventura, son especialmente destacados, al igual que el arco renacentista, el Arco de Jamete. Un triforio único en el pasillo de los pies de la iglesia no tiene paralelo en ninguna otra iglesia de España.

Dos tesoros artísticos son la Mater Dolorosa del siglo XIII, obra de Pedro de Mena, que se encuentra en la sacristía, y una Crucifixión de Yáñez de la Almedina en la Capilla de los Caballeros.
Adosado a la catedral está el Palacio Episcopal. En las plantas bajas del palacio se aloja el Museo Diocesano, que exhibe la excepcional colección artística de la catedral, entre la que se incluyen los cuadros Cristo en la Cruz y Oración en el Jardín de los Olivos de El Greco. Otros tesoros son el díptico bizantino del siglo XIII procedente del Monte Athos, exquisitas piezas de orfebrería, elegantes retablos, objetos litúrgicos antiguos y valiosos tapices.
Monumentos históricos que ver al visitar Cuenca
Solo con pasear por el casco antiguo puedes descubrir muchos de los hitos históricos, pero asegúrate de no perderte los más significativos. La mayoría también ofrecen vistas magníficas del desfiladero.
- Muralla y Arco de Bezudo – La parte restante de la antigua muralla medieval y el arco de entrada al casco viejo.
- Mirador Cuenca – Este mirador escénico brinda algunas de las vistas más emblemáticas e impresionantes, contemplando el casco antiguo desde la cresta sobre el desfiladero del río Huécar.
- Puerta de San Miguel – Este arco medieval es una de las puertas principales que aún quedan de la entrada a la ciudad antigua y se sitúa al inicio de la Plaza Mayor, la plaza principal que también alberga la Catedral de Cuenca.
- Torre de Mangana – Esta histórica torre del reloj del siglo XVI es una de las últimas partes restantes de la fortaleza construida por los gobernantes musulmanes de Cuenca. Ha sido renovada de forma excepcional y sigue siendo el reloj local de la ciudad. Solo puede verse desde el exterior.
- Museo de la Semana Santa de Cuenca – Este museo de historia local informa sobre la importancia de las celebraciones de la Semana Santa en Cuenca. Las festividades de la Semana Santa son famosas en la ciudad y pueden ser una excelente ocasión para visitar Cuenca si deseas experimentar de forma auténtica la Semana Santa en España.

Museos en Cuenca
Cerca de las casas colgadas de Cuenca se encuentra el Museo de Cuenca, el museo arqueológico. Disfruta visitando este museo, los objetos que alberga enseñan mucho sobre la zona, su historia y su cultura.
Otro museo de arte que merece la pena visitar es el Museo Diocesano de Cuenca, que forma parte de la catedral principal de Cuenca. Alberga exposiciones temporales, algunas de las cuales presentan aspectos de la catedral y de otros lugares que ofrecen una visión de la cultura y la sociedad.

Otros museos en Cuenca incluyen los siguientes, todos situados en el casco antiguo de la ciudad:
- Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha
- Science Museum of Castilla La Mancha
- Antonio Pérez Foundation Museum of Contemporary Art
- El Espacio Torner es otro museo de arte que muestra las obras del artista local del siglo XX, Gustavo Torner de la Fuente, y está ubicado en el Convento de San Pablo, al otro lado del desfiladero del Río Huécar.
Convento de las Carmelitas Descalzas
Este precioso convento barroco ofreció un hogar espiritual a la orden carmelita de monjas en el siglo XVII. El convento se sitúa en el punto más alto de Cuenca, con vistas impresionantes al cañón del río Huécar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El antiguo edificio del convento alberga hoy el Centro de Arte Contemporáneo, una gran galería de arte moderno que constituye una sorprendente yuxtaposición en un entorno tan histórico. El museo forma parte de la Fundación Antonio Pérez, creada por Antonio Pérez, influyente poeta, editor y artista.
La colección del museo supera los 3 000 ejemplares de arte contemporáneo, distribuidos en 30 salas diferentes. Incluye pinturas, esculturas y otros medios. El arte abstracto y el pop‑art están bien representados, con obras de Andy Warhol y del propio Antonio Pérez.
Túneles de Alfonso VIII
Una de las atracciones “ocultas” más interesantes de Cuenca se encuentra bajo tierra. Los Túneles de Alfonso VIII son una serie de galerías naturales que, a lo largo de los siglos, fueron ampliadas para servir como pasadizos peatonales bajo la ciudad.
Algunas tramos de los túneles están abiertos al público mediante visitas guiadas (solo en español), durante las cuales los visitantes aprenden sobre su uso como acueductos e incluso como criptas. Las zonas visitables están bien iluminadas y cuentan con pasarelas de madera que las hacen accesibles para la mayor parte de los viajeros.

El guía explica la construcción y la historia de los túneles, y comenta cómo fueron utilizados como refugio por los habitantes durante la Guerra Civil española. Las entradas para las visitas guiadas pueden adquirirse en la Oficina de Turismo de Cuenca, situada en la Plaza Mayor.
Sobre los túneles, la Calle Alfonso VIII es una encantadora vía flanqueada por casas de varios pisos con fachadas de colores vivos. Entre los edificios más destacados de la calle se encuentran la Casa de los Clemente Aróstegui, de siglo XVII, y la majestuosa Casa del Corregidor.
Explorar la Ciudad Encantada
Un increíble sitio geológico se encuentra a solo 36 kilómetros de Cuenca, atravesando el romántico y agreste Valle del Júcar. El recorrido escénico ofrece vistas preciosas del pueblo y del valle.

La Ciudad Encantada es un laberinto pedregoso de peñas, cuevas, lagos y cascadas que, con un poco de imaginación, parece una ciudad en ruinas con sus casas, calles y plazas. Las formaciones rocosas son el resultado de la erosión, esculpidas a lo largo de varios miles de años en los sedimentos de la zona.
Visitar Cuenca para una escapada de naturaleza
Es sorprendente la belleza natural de Cuenca. Imagina viajar a través de las inmensas mesetas de la famosa región de Castilla‑La Mancha, un mosaico de campos verdes, girasoles amarillos que brillan bajo el sol y, de vez en cuando, suaves colinas onduladas. De la aparentemente llanura aparecen afloramientos rocosos e incluso pequeñas montañas. Al adentrarte más en el valle abierto, dos profundos desfiladeros serpentean a ambos lados de una imponente cresta rocosa sobre la que se asienta el casco antiguo de Cuenca.
Si te gusta caminar y hacer senderismo, visitar Cuenca será un viaje ideal para ti. Cuenca se apoya en el borde occidental de una gran zona silvestre y parque natural. Incluso simplemente pasear por el casco antiguo supone un buen entrenamiento, con sus calles empinadas y numerosas escaleras. Otro punto a favor son las vistas inspiradoras de los profundos desfiladeros que se forman a ambos lados del centro histórico por los ríos Júcar y Huécar.
Para un senderismo más serio, puedes adentrarte por bien marcados senderos a ambos lados de los desfiladeros. Hacia el noroeste está el río Júcar, el mayor de los dos, y al sureste se encuentra el río Huécar, mucho más pequeño, que se une al Júcar en el extremo suroeste de la cresta. También se pueden practicar escalada y deportes de aventura, como tirolesa cruzando el desfiladero del río Huécar.
Si buscas una ruta corta y cercana que ponga a prueba tu “Stairmaster”, disfruta de las Cascadas del Júcar. Esta pequeña pero encantadora cascada se encuentra en el río Júcar, justo bajo el emblemático monumento de la Puerta de San Juan. Una vez allí, puedes continuar caminando a lo largo del río y cruzar al otro lado, donde hay senderos más extensos con varios miradores.
Consejo ecológico: Viajar fuera de temporada no solo te permite beneficiarte de vuelos y hoteles más baratos, sino que también contribuyes a impulsar el crecimiento económico y el empleo. La estacionalidad del sector turístico representa un reto mundial para la seguridad laboral, ya que los trabajadores no suelen ser despedidos al terminar la temporada alta.
Cuándo visitar Cuenca
El clima de Cuenca tiende a ser árido, seco y soleado. Las temperaturas medias rondan los 30 °C (aprox. 80 °F) en pleno verano y pueden bajar a 10 °C (aprox. 50 °F) en los días más fríos del invierno. En general el clima es templado, pero hemos escuchado que cuando hace frío y viento la sensación térmica puede ser bastante baja, mientras que en los días cálidos y soleados puede sentirse muy caluroso. Así que prepárate para el calor cuando sea necesario.
Los periodos ideales para visitar Cuenca son las estaciones intermedias de primavera y otoño: de abril a mayo y de octubre a noviembre. Ten en cuenta que la Semana Santa es muy famosa en Cuenca y constituye la mayor celebración del año. La Semana Santa en Cuenca puede ser una excelente ocasión para descubrir la cultura local, pero prepárate para la gran afluencia de visitantes y reserva alojamiento y cenas con bastante antelación, incluso con un año de antelación en algunos casos.
Dónde alojarse en Cuenca
Los siguientes alojamientos en Cuenca ofrecen una variedad de opciones según el presupuesto. Cada uno conserva un encanto de estilo antiguo y está ubicado en edificios históricos bellamente restaurados.
- Parador de Cuenca, 4 estrellas
- Posada de San José, 2 estrellas
- Hotel Convento del Giraldo – 4 estrellas
- Hospedería del Seminario – 2 estrellas

También, puedes utilizar el buscador para encontrar tu hotel perfecto:
Qué comer en Cuenca
Por supuesto, una de las partes más importantes de visitar Cuenca es probar la gastronomía local. Muchos de los platos tradicionales de la zona se elaboran con carne, sobre todo carne de caza. El cordero, la codorniz y el cerdo son muy habituales. Si no eres fan de la carne, no te preocupes: también hay excelentes recetas a base de verduras. A continuación, algunos de los platos típicos que no puedes dejar de probar.
- Zarajos – Intestinos marinados de cordero lechal, aderezados con aceite de oliva, ajo, perejil y sal. Se envuelven alrededor de sarmientos de vid como si fueran pinchos y luego se fríen, asan o grillan.
- Morteruelo – Paté originario de Cuenca que tiene varias variedades. Suele incluir hígado de cerdo, especias y carnes como liebre, codorniz y perdiz. Se sirve, habitualmente, sobre rebanitas de pan tostado.
- Pisto – Guiso de verduras típico, preparado con cebolla, tomate, calabacín y pimiento. Similar a una ratatouille, se puede servir frío o caliente, y es ideal como entrante o guarnición.
- Cochinillo – Lechón asado, plato estrella en Cuenca. Tradicionalmente se cuece en horno de leña durante varias horas y se acompaña de patatas y verduras.
- Alajú – Postre típico de Castilla‑La Mancha, especialmente famoso en Cuenca. Se elabora con almendras, miel cocida, especias y migas de pan tostado, que se mezclan y se colocan entre dos obleas, creando una galleta crujiente y dulce.
- Sopa de ajo – Sopa tradicional de ajo, hecha con ajos sofritos en aceite de oliva y pimentón ahumado español. Se le incorpora un huevo poché o batido y la base puede ser caldo de pollo, caldo de verduras o simplemente agua.
Preguntas frecuentes sobre Cuenca
¿Por qué es famosa Cuenca?
Por su arquitectura medieval perfectamente conservada y su emplazamiento dramático sobre el desfiladero del río Huécar. Las emblemáticas Casas Colgadas, construidas directamente sobre los acantilados del cauce, que le dan a la ciudad su imagen más reconocida.
Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, lo que subraya su valor histórico y cultural.
Su casco antiguo, lleno de callejuelas, plazas y edificios de varios siglos, y su abundante oferta museística, destacando el Museo Español de Arte Abstracto y otros espacios dedicados al arte contemporáneo y diocesano.
¿Vale la pena visitar Cuenca?
Sí, sin duda. Cuenca combina de forma única naturaleza espectacular, historia milenaria, arte de renombre y arquitectura singular. Su tamaño compacto permite recorrerla a pie y disfrutar de todo sin prisas, lo que la hace ideal tanto para una excursión de un día como para una escapada de fin de semana en busca de una experiencia española auténtica, alejada del bullicio de las grandes urbes.
¿Dónde está situada Cuenca en España?
Cuenca se encuentra en la comunidad autónoma de Castilla‑La Mancha, en el centro peninsular. Está situada aproximadamente a mitad de camino entre Madrid y Valencia, lo que la convierte en un destino de fácil acceso tanto en tren como en coche desde ambas ciudades.
¿Qué distancia hay entre Cuenca y Madrid?
Cuenca está a unos 170 kilómetros (106 millas) al sureste de Madrid. En AVE (tren de alta velocidad) el trayecto dura aproximadamente 1 hora, mientras que en coche puede tardar alrededor de 1 hora y 45 minutos, según el tráfico. Esto la convierte en una excelente opción para una excursión de un día o una visita de fin de semana desde la capital.
¿Cuáles son las mejores cosas que hacer en Cuenca, España?
Entre las principales atracciones se encuentran explorar el casco antiguo, visitar las Casas Colgadas, admirar obras en el Museo Español de Arte Abstracto, descubrir la Catedral de Cuenca de estilo gótico y caminar por el Puente de San Pablo para disfrutar de amplias vistas del desfiladero. La Ciudad Encantada (Ciudad Encantada), un paisaje kárstico natural a unos 30 km de Cuenca, también es una visita obligada.
¿Qué cosas únicas se pueden hacer en Cuenca?
Para una experiencia única, puedes dar un paseo por el cañón del río Júcar, explorar los túneles subterráneos bajo la ciudad antigua o ir a observar las estrellas en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. No te pierdas las celebraciones de la Semana Santa en primavera, conocidas por su mezcla de tradición católica romana y carácter local.
Tours y excursiones en Cuenca

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En 2016 dejamos nuestra monótona vida y comenzamos a perseguir cascadas, atardeceres y vistas de todo el mundo. En este blog, compartimos historias y consejos de viajes favoritos.
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