Puglia es ese rincón de Italia que todavía conserva su alma auténtica, lejos de las multitudes que invaden Venecia o Roma. Imagina pueblos blancos que brillan bajo el sol mediterráneo, trulli de piedra que parecen sacados de un cuento de hadas, playas de arena blanca con aguas turquesa, y una gastronomía tan deliciosa que querrás mudarte para siempre.
Sí, la Puglia (el tacón de la bota italiana) es ese destino que te atrapa desde el primer momento y que te hace replantear todos tus planes de viaje. Si estás buscando qué ver en Puglia y cómo organizar tu aventura por esta región fascinante, has llegado al lugar correcto. Aquí te cuento todo lo que necesitas saber para exprimir al máximo tu viaje por Puglia Italia, desde las rutas más espectaculares hasta los sabores que te harán suspirar.
Introducción: bienvenidos al tacón de Italia
Ubicada en el extremo sureste de Italia, esta región alargada y estrecha se extiende entre dos mares (el Adriático y el Jónico) ofreciendo más de 800 kilómetros de costa. Pero Puglia es mucho más que playas: es historia milenaria, arquitectura única, olivos centenarios que parecen esculturas, y una forma de vida pausada que te invita a desconectar.
Aquí el ritmo es otro. La gente todavía se sienta en las puertas de sus casas al atardecer, los nonos preparan la pasta fresca cada mañana, y las masserie (antiguas granjas fortificadas) se abren para recibirte con los brazos abiertos. Es Italia, pero sin pretensiones. Es auténtica, cálida y sorprendentemente accesible.
¿Por qué visitar Puglia? La esencia del sur italiano auténtico
Mientras Toscana y la Costa Amalfitana acaparan titulares, Puglia sigue siendo ese secreto que los italianos prefieren guardar para ellos. Y precisamente por eso merece tu visita. Aquí encontrarás:
- Autenticidad sin filtros: Los pueblos conservan su esencia, las tradiciones siguen vivas y los turistas aún son bienvenidos con genuina hospitalidad en lugar de miradas cansadas.
- Diversidad paisajística brutal: En una misma ruta Puglia puedes desayunar entre trulli de Alberobello, bañarte en calas de agua cristalina en Polignano a Mare, perderte por el barroco de Lecce y terminar cenando en una masseria del siglo XVI rodeado de olivos.
- Gastronomía de otro planeta: Aquí nació la burrata, el aceite de oliva tiene denominación de origen protegida, y la pasta orecchiette se sigue haciendo a mano por señoras que dominan el arte como nadie.
- Precios razonables: Comparada con otras regiones italianas famosas, Puglia sigue ofreciendo una excelente relación calidad-precio. Puedes comer como un rey sin dejarte el presupuesto del mes.
La luz del sur de Italia tiene algo especial. Ese dorado cálido que baña las fachadas blancas al atardecer, que hace brillar el mar como si tuviera diamantes flotando, que convierte cualquier momento en una postal digna de Instagram (pero sin necesidad de filtros).
Los imprescindibles de Puglia: qué ver y hacer
Vamos al grano. Puglia tiene tantos lugares increíbles que podrías pasarte semanas explorando sin aburrirte ni un segundo. Pero si tu tiempo es limitado (como suele pasar), estos son los puntos que no puedes perderte bajo ningún concepto.
Las ciudades blancas: Alberobello y Ostuni
Alberobello es la imagen de postal de Puglia Italia. Sus trulli (esas construcciones cónicas de piedra seca que parecen casitas de pitufos) son Patrimonio de la Humanidad y con razón. Pasear por el barrio de Rione Monti cuando cae la tarde y las luces empiezan a encenderse es una experiencia mágica. Hay más de 1.500 trulli en la zona, muchos convertidos en tienditas de souvenirs, restaurantes o incluso alojamientos.

Pro tip: Sube hasta la terraza de la Iglesia de Santa Lucía para tener una vista panorámica espectacular de todos los trulli juntos. Es gratis y la foto que te llevas no tiene precio.
Puedes dormir en un trullo auténtico (luego te cuento más sobre esto), pero si solo vas de paso, dedícale unas tres o cuatro horas para recorrerlo con calma. Entra al Trullo Sovrano, el único de dos plantas, para entender cómo vivían las familias en estas construcciones únicas.
A unos 50 km al sureste te espera Ostuni, la «ciudad blanca» por excelencia. Encaramada en lo alto de tres colinas, esta joya brilla con luz propia gracias a sus casas encaladas que forman un laberinto de callejuelas estrechísimas donde perderse es parte del encanto con este tour guiado.
El casco antiguo es peatonal, así que olvídate del coche y lánzate a explorar. Sube hasta la catedral gótica que corona la ciudad y piérdete por las escalinatas, los arcos y las plazoletas donde siempre hay un bar con terracita para tomarte un spritz mientras observas la vida pasar. Las vistas desde la muralla hacia el valle de olivos que rodea la ciudad son espectaculares.
Dato útil: Ostuni es perfecta como base si quieres explorar la zona central de Puglia. Está bien comunicada y tiene muy buen ambiente nocturno.
La elegancia barroca: Lecce, la «Florencia del sur»
Si hay una ciudad que te va a dejar con la boca abierta en la Puglia, esa es Lecce. Apodada la «Florencia del Sur», esta ciudad universitaria rezuma arte, historia y un ambiente juvenil contagioso. El barroco leccese es único: la piedra local (piedra leccese) es tan suave que permitió a los artesanos crear fachadas con un nivel de detalle alucinante.

La Piazza del Duomo es uno de esos lugares que te hacen parar en seco. Rodeada de palacios y con la catedral como protagonista, parece un decorado de película. Llega al atardecer cuando la luz dorada realza cada detalle de las fachadas y la plaza se llena de vida.
No te pierdas la Basílica de Santa Croce, la obra maestra del barroco leccese. Su fachada es una explosión de ángeles, animales fantásticos, flores y detalles imposibles. Pásate media hora mirándola y cada vez descubrirás algo nuevo.
Recorre las callejuelas del centro histórico, entra a las tienditas de artesanía local (la papier-mâché es típico de aquí), y sobre todo, siéntate en alguna de las mil terrazas que hay para tomarte un café o un aperitivo. Lecce es para vivirla sin prisas, dejándote llevar por su ambiente relajado pero sofisticado a la vez.
Experiencia local: Apúntate a un tour de «pasticciotto», el dulce típico de Lecce. Es un pastel de masa quebrada relleno de crema pastelera que se come recién horneado en el desayuno. La Pasticceria Alvino es una institución.
Costa y acantilados: Polignano a Mare y las grutas de Castellana
Polignano a Mare es ese pueblo que has visto mil veces en fotos sin saber dónde estaba. Casas blancas asomadas a acantilados de 20 metros de altura, calas escondidas entre las rocas, y el restaurante Grotta Palazzese (donde se cena literalmente dentro de una cueva con vistas al mar) que es todo un icono.

El centro histórico es pequeñito pero encantador. Pasea por sus calles estrechas hasta llegar al mirador sobre la Cala Porto, donde verás a los valientes lanzarse desde los acantilados. Si te atreves, hay escaleras que bajan hasta una pequeña playa de piedras donde puedes darte un chapuzón en aguas cristalinas.
Momento mágico: Quédate para el atardecer. Cuando el sol empieza a bajar, el pueblo se viste de tonos naranjas y rosas, y el ambiente en las terrazitas se vuelve simplemente perfecto. Pide un aperitivo y disfruta del show.
A unos 15 minutos en coche tierra adentro te esperan las Grutas de Castellana, uno de los complejos de cuevas más espectaculares de Italia. El recorrido completo de 3 km te lleva durante dos horas por un mundo subterráneo de estalactitas, estalagmitas y formaciones que parecen de otro planeta.
La Grotta Bianca (Gruta Blanca) es el punto culminante: una caverna de alabastro que brilla con luz propia y que los expertos consideran una de las más bellas del mundo. Lleva una chaquetita porque dentro hace fresquito (unos 16°C constantes) incluso en pleno agosto.
La playa de ensueño: Punta Prosciutto y las salinas de Torre Colimena
Si buscas playas paradisíacas en Puglia, la península de Salento (la punta del tacón) es tu paraíso. Punta Prosciutto tiene ese nombre rarísimo (significa «Punta Jamón»), pero es una de las playas más bonitas de toda Italia. Arena blanquísima, agua turquesa poco profunda ideal para familias, y dunas con vegetación mediterránea que le dan un toque salvaje.

El chiringuito de la playa sirve comida decente a precios razonables (para ser Italia), y puedes alquilar hamacas y sombrillas si quieres comodidad, o plantar tu toalla gratis en las zonas libres. Eso sí, en julio y agosto llega temprano porque se llena.
A pocos kilómetros, las Salinas de Torre Colimena ofrecen un paisaje totalmente diferente: lagunas rosadas por la alta concentración de sal, flamencos que vienen a alimentarse, y una torre de vigilancia del siglo XVI que da nombre al lugar. Es un rincón perfecto para el atardecer, cuando los colores se vuelven surrealistas.
Otras playas que merecen tu tiempo:
- Baia dei Turchi: Cala virgen con pinos que llegan hasta la arena
- Porto Cesareo: Reserva marina con aguas transparentes perfectas para snorkel
- Pescoluse (Maldivas del Salento): Playa larguísima con aguas poco profundas
El fin del camino: Santa Maria di Leuca y el cabo
Santa Maria di Leuca marca literalmente el final de Italia, donde el Adriático y el Jónico se encuentran. No es la ciudad más bonita de Puglia, pero tiene ese aire de «fin del mundo» que mola. El faro blanco sobre el promontorio, la escalinata monumental que baja hasta el puerto, y las villas liberty de principios del siglo XX le dan un toque especial.

Lo mejor es alquilar una barquita (o apuntarte a una excursión) para recorrer las grutas marinas que salpican la costa. La Grotta del Diavolo, la Grotta Porcinara y la Grotta Tre Porte son alucinantes, con aguas de colores imposibles y formaciones rocosas espectaculares.
Plan perfecto: Pasa aquí medio día. Date un baño en alguna calita, recorre las grutas en barco, sube hasta el santuario de Santa Maria de Finibus Terrae para las vistas, y termina con una cena de pescado fresco en el puerto mientras ves los barcos regresar de la jornada.
Itinerarios recomendados por días
Organizar una ruta Puglia puede ser complicado porque hay demasiado que ver. Te propongo tres itinerarios según los días que tengas disponibles. Son flexibles, así que ajústalos a tu ritmo y preferencias.
Ruta express: lo mejor de Puglia en 4 días
- Día 1: Alberobello y Ostuni Aterriza en Bari (el aeropuerto principal), recoge el coche de alquiler y directo a Alberobello (1 hora). Pasa la mañana entre trulli, come allí (las orecchiette al ragú en Trattoria Terra Madre son espectaculares), y por la tarde muévete a Ostuni (50 min). Pernocta aquí dos noches para no tener que cambiar de alojamiento al día siguiente.
- Día 2: Polignano a Mare y Monopoli Mañana en Polignano a Mare (30 min desde Ostuni): centro histórico, fotos en los acantilados, chapuzón si el tiempo acompaña. Por la tarde acércate a Monopoli, un pueblo costero menos turístico pero igualmente bonito, con un puerto pesquero encantador. Regreso a Ostuni para dormir.
- Día 3: Lecce Traslado a Lecce (1 hora). Dedica el día completo a perderte por esta maravilla barroca. Duerme aquí porque la movida nocturna merece la pena.
- Día 4: Playas del Salento Mañana de playa en Punta Prosciutto o Porto Cesareo (30-40 min desde Lecce). Por la tarde, si tienes tiempo antes del vuelo, acércate a Otranto (pueblo costero medieval con una catedral impresionante) o regresa directamente a Bari para el vuelo de vuelta (1h 40min).
Este itinerario es intenso pero toca los puntos más icónicos. Funciona de mayo a octubre cuando el clima acompaña para las playas.
Viaje perfecto: itinerario de 7 días por Puglia
- Día 1: Bari Llega a Bari, la capital de la región. El casco antiguo (Bari Vecchia) merece unas horas: la Basílica de San Nicolás, el paseo por el malecón, y probar la focaccia barese (la mejor de Italia, pelea con quien quieras). Duerme aquí.
- Día 2: Valle d’Itria Mañana en Alberobello, tarde en Locorotondo (pueblo circular precioso con vistas al valle), y noche en Ostuni. Son distancias cortitas, así que puedes ir con calma. Pernocta en Ostuni dos noches.
- Día 3: Polignano a Mare y Monopoli Como en el itinerario de 4 días, pero con más tiempo para disfrutar. Añade las Grutas de Castellana si te va el rollo espeleológico. Regreso a Ostuni.
- Día 4: Camino a Lecce Traslado tranquilo hacia Lecce (1h 15min), parando en Oria o Ceglie Messapica si te apetece explorar pueblos más auténticos y menos turísticos. Tarde-noche en Lecce. Duerme aquí tres noches para hacer base.
- Día 5: Lecce a fondo Día completo dedicado a Lecce: museos, iglesias barrocas, talleres artesanales, mercado local, y por la tarde-noche disfruta del ambiente en las terrazas y la vida nocturna estudiantil.
- Día 6: Salento costero Excursión por la costa del Salento: Otranto por la mañana (catedral con mosaico medieval impresionante), Castro (pueblo pesquero con vistas), y Santa Cesarea Terme (balneario en los acantilados). Regreso a Lecce.
- Día 7: Playas y regreso Mañana de playa en Punta Prosciutto o las que prefieras. Si tu vuelo sale tarde, puedes acercarte a Gallipoli (ciudad en una isla conectada por un puente, con playas urbanas y buen pescado). Regreso a Bari según la hora de tu vuelo (cuenta 1h 40min).
Inmersión total: descubriendo Puglia en 10-14 días
Con este tiempo puedes explorar Puglia de norte a sur sin prisas y añadiendo rincones menos conocidos.
- Días 1-2: Norte de Puglia Empieza por el Gargano, la península montañosa del norte: Vieste (pueblo blanco entre acantilados), Foresta Umbra (bosque de hayas espectacular), las Islas Tremiti (excursión en ferry desde Vieste), y Monte Sant’Angelo (pueblo de montaña con santuario declarado Patrimonio de la Humanidad).
- Días 3-4: Bari y Trani Bari un día completo. Trani (45 min al norte) merece una tarde-noche: su catedral románica junto al mar al atardecer es de esas postales que se quedan grabadas.
- Días 5-7: Valle d’Itria y Ostuni Como en los itinerarios anteriores pero añadiendo Martina Franca (arquitectura barroca preciosa), Cisternino (uno de los pueblos más bonitos de Italia), y tiempo para visitar alguna masseria con cata de aceite y productos locales.
- Días 8-10: Lecce y Salento interior Lecce dos días completos. Añade excursiones a Galatina (frescos increíbles en la Basílica de Santa Caterina d’Alessandria), Nardò (centro histórico infravalorado), y algún pueblo del interior del Salento como Specchia o Presicce.
- Días 11-12: Costa del Salento Recorre la costa jónica desde Gallipoli hasta Santa Maria di Leuca, parando en las playas que te llamen la atención. Visita las grutas marinas en barco y disfruta del ritmo pausado de los pueblitos costeros.
- Días 13-14: Costa adriática y despedida Sube por la costa adriática: Otranto, Castro, Santa Cesarea Terme, hasta llegar a Lecce o directamente hacia Bari según dónde salga tu vuelo. Si tienes un día extra, para en Brindisi (puerto histórico) o acércate al Parque Arqueológico de Egnazia.
Saborea Puglia: una guía gastronómica
Hablar de Puglia sin mencionar su comida sería un crimen. Esta región es uno de los grandes secretos gastronómicos de Italia, con productos de altísima calidad y platos sencillos pero deliciosos que reflejan siglos de tradición campesina y marinera.
Platos típicos que no te puedes perder
Orecchiette alle cime di rapa: El plato estrella de Puglia Italia. Pasta con forma de «orejitas» (orecchiette significa eso) servida con cime di rapa (grelos), ajo, guindilla y anchoas. Sencillo, potente y adictivo. En Bari Vecchia verás a las señoras haciendo la pasta fresca a mano en la calle.

Focaccia barese: La focaccia de Bari es única. Finita, crujiente, con tomates cherry, aceitunas negras, aceite de oliva y orégano. Se come como aperitivo o merienda. Panificio Fiore en Bari es legendario.
Bombette: Típicas de la zona del Valle d’Itria. Son rollitos de carne (normalmente cerdo) rellenos de queso, envueltos en panceta y asados a la brasa. Las mejores las sirven en las bracerie (asadores) de Cisternino.
Fave e cicoria: Plato humilde pero delicioso: puré de habas acompañado de achicoria silvestre salteada. Perfecto como entrante o guarnición.
Panzerotti: Empanadillas fritas rellenas de mozzarella y tomate. Juegan en la misma liga que la pizza pero son más peligrosos porque no puedes comer solo uno.
Tiella barese: Arroz al horno con mejillones, patatas, cebolla y queso pecorino. Reconfortante y sabroso.
Burrata: Aunque no es un plato en sí, la burrata nació aquí (concretamente en Andria). Es como una mozzarella pero con el interior cremoso (stracciatella). Pruébala fresca con tomates del huerto y albahaca, o sobre focaccia caliente.
Los mejores productos locales: aceite de oliva, queso burrata y vino primitivo
Aceite de oliva: Puglia produce el 40% del aceite de oliva italiano. Los olivos centenarios y milenarios que salpican el paisaje no son solo decorativos: dan un aceite excepcional con denominación de origen protegida (DOP). El aceite Terra d’Otranto o el Valle d’Itria son espectaculares.
Burrata de Andria: Ya lo mencioné, pero merece su propio apartado. Compra una burrata fresca en cualquier mercado local o quesería y cómetela ese mismo día. La diferencia con las versiones exportadas es abismal.

Vino Primitivo di Manduria: Tinto potente, con cuerpo, que marida perfecto con las carnes a la brasa. Puglia produce vinos excelentes a precios muy razonables. También prueba el Negroamaro (otro tinto) o el Verdeca (blanco fresco ideal para el pescado).
Taralli: Roscas crujientes con aceite de oliva, vino blanco y semillas (hinojo, sésamo…). Son el snack perfecto para el aperitivo o para picar entre horas.
Pan de Altamura: Este pan con denominación DOP es único. Hecho con sémola de trigo duro, tiene una corteza gruesa y una miga amarillenta que se conserva fresca durante días. Espectacular para hacer bruschetta.
Consejo ecológico: Después de caminar, el transporte público es la siguiente mejor opción para explorar nuevos destinos. No solo es mejor para el medioambiente, sino que además resulta una forma más inmersiva (y económica) de conocer la cultura local.
Experiencias gastronómicas: mercados, masserie y clases de cocina
Mercados locales: El mejor plan para conectar con la vida auténtica de Puglia. El mercado de Bari Vecchia, el de Lecce en Piazza Libertini, o los mercadillos semanales de los pueblos son espectáculos de colores, olores y ambiente. Compra fruta de temporada, quesos, embutidos, y monta tu propio picnic.
Comida en las masserie: Muchas masserie (antiguas granjas fortificadas) se han reconvertido en restaurantes o agriturismos donde sirven comida kilómetro cero: verduras de su huerto, aceite de sus olivos, quesos artesanales. La experiencia de comer en una masseria del siglo XVI rodeado de naturaleza no tiene precio. Masseria Moroseta cerca de Ostuni o Masseria Il Frantoio son opciones top.
Clases de cocina: Aprende a hacer orecchiette con una nonna en Bari Vecchia, o apúntate a un taller de elaboración de burrata. Hay experiencias de medio día que incluyen visita al mercado, clase de cocina y comida. Es una forma genial de llevarte un pedacito de Puglia contigo (en forma de habilidad culinaria).
Catas de aceite y vino: Muchas almazaras y bodegas ofrecen visitas guiadas con cata. Descubrirás que el aceite de oliva tiene tantos matices como el vino, y aprenderás a diferenciar un buen aceite de una porquería.
Dónde dormir: alojamientos con encanto
Olvidate de las cadenas hoteleras estándar. En Puglia tienes opciones de alojamiento únicas que convierten el hospedaje en parte de la experiencia. Aquí te cuento las opciones más auténticas y dónde buscarlas.
Alojarse en un trullo: una experiencia única
Dormir en un trullo en Alberobello o en el Valle d’Itria es de esas experiencias que solo puedes vivir aquí. Estas construcciones cónicas de piedra seca tienen un encanto especial: paredes gruesas que mantienen el fresco en verano y el calor en invierno, espacios recogidos y acogedores, y ese rollo hobbit que mola.

Hay trulli para todos los presupuestos: desde versiones sencillas y económicas hasta trulli de lujo con piscina privada y todas las comodidades. Muchos están en zonas rurales, perfectos si buscas desconexión total.
Consejo: Reserva con antelación, especialmente en temporada alta (julio-agosto). Los trulli más chulos y mejor ubicados se agotan rápido. Busca en Airbnb, Booking o plataformas especializadas en alojamientos únicos.
Eso sí, ten en cuenta que los espacios suelen ser más compactos que en un hotel convencional, y algunos trulli rurales están algo apartados (necesitas coche sí o sí).
Masserie: antiguas haciendas convertidas en hoteles de lujo
Las masserie son otro de los alojamientos típicos de Puglia. Estas granjas fortificadas del siglo XVI-XVIII ahora funcionan como hoteles boutique, agriturismos o casas rurales de lujo. Imagina muros blancos de varios metros de grosor, patios interiores con bougainvillas, piscinas entre olivos centenarios, y habitaciones con techos abovedados llenos de historia.
Muchas masserie mantienen la actividad agrícola: producen su propio aceite, vino, verduras o quesos que luego sirven en sus restaurantes. Algunas ofrecen tratamientos de spa con productos locales, clases de yoga al amanecer, o excursiones en bici por el campo.
Masseria de lujo: Borgo Egnazia (súper exclusivo, donde se casó Justin Timberlake), Masseria Torre Coccaro, Masseria Torre Maizza (con campo de golf)
Masserie con encanto y precio razonable: Masseria Il Frantoio, Masseria Prosperi, Masseria Panareo
La ventaja de las masserie es que suelen estar en entornos rurales espectaculares, perfectas para desconectar. La pega: necesitas coche y no están cerca de las zonas de marcha nocturna.
Casas rurales y B&B: para una estancia auténtica
Si buscas un trato más personal y precios más ajustados, los B&B y casas rurales son tu opción. Puglia está llena de alojamientos familiares donde los dueños te tratan como si fueras parte de la familia, te recomiendan los mejores sitios (lejos de las trampas turísticas), y te preparan desayunos caseros con productos locales.
Los B&B suelen estar en los cascos históricos de los pueblos, lo que te permite vivir el ambiente local de verdad. Por las mañanas bajas a la panadería de la esquina por el pan recién hecho, chateas con los vecinos, y descubres esos rincones que no salen en las guías.
Dónde buscar: Booking, Airbnb, o directamente en las webs de las oficinas de turismo locales. Lee las reseñas para asegurarte de que el nivel de inglés de los anfitriones sea suficiente si no hablas italiano.
Precios orientativos: B&B desde 50-80€/noche, masserie desde 120-200€/noche, trulli desde 80-150€/noche según ubicación y servicios.
Consejos prácticos para tu viaje
Vamos con la información práctica que necesitas para organizar tu ruta Puglia sin sorpresas desagradables.
Mejor época para visitar Puglia
- Primavera (abril-junio): Perfecta. Temperaturas agradables (20-28°C), campo verde y florido, precios razonables, menos turistas. Mayo es ideal: ya puedes bañarte (el agua está fresca pero aguantable) y los pueblos no están masificados. Junio empieza a calentarse pero es genial.
- Verano (julio-agosto): Calor de verdad (30-35°C o más), playas a tope, precios máximos, todo abierto. Julio es más llevadero que agosto. Si viajas en agosto, reserva todo con mucha antelación y prepárate para compartir los lugares más famosos con bastante gente. A favor: el ambiente festivo, las fiestas patronales en los pueblos, y la vida nocturna están al máximo.
- Otoño (septiembre-octubre): Otra época excelente. Septiembre es como un verano extendido pero con menos gente. El agua sigue caliente de los meses anteriores, así que es perfecto para playas. Octubre ya refresca (20-25°C) pero es ideal para turismo cultural y gastronómico. Es temporada de vendimia y celebraciones del vino.
- Invierno (noviembre-marzo): Época baja. Muchos establecimientos costeros cierran, hace fresco (10-15°C), puede llover. Perfecto si buscas precios bajos, cero turistas, y centrarte en ciudades como Lecce o Bari. No es época de playa, pero para el turismo cultural funciona. Lecce en diciembre con las luces de Navidad es mágica.
Mi recomendación: Mayo-junio o septiembre-octubre para un equilibrio perfecto entre clima, precios y afluencia de turistas.
Tours y excursiones en Puglia, Italia

Hola, soy Jota, ¡Gracias por visitar nuestro blog!
En 2016 dejamos nuestra monótona vida y comenzamos a perseguir cascadas, atardeceres y vistas de todo el mundo. En este blog, compartimos historias y consejos de viajes favoritos.
Queremos que todo el mundo pueda viajar a donde quiera, tan a menudo como quiera.