Imagina pisar un paisaje que parece sacado de Marte, donde el suelo desprende calor bajo tus pies y el horizonte se llena de cráteres rojizos y montañas de lava solidificada. Así es Timanfaya, el espectacular Parque Nacional situado en el corazón de Lanzarote que te transporta a otro planeta sin salir de España.
Si estás planeando tu viaje a la isla, esta experiencia volcánica única te permitirá descubrir un lugar donde la fuerza de la naturaleza se muestra en su forma más salvaje y fascinante. Aquí encontrarás toda la información práctica sobre Timanfaya entradas, horarios, cómo llegar y qué hacer para que tu visita sea perfecta.
¿Qué es el Parque Nacional de Timanfaya?
El Parque Nacional Timanfaya es uno de los espacios naturales más singulares de Europa y la joya geológica de Lanzarote. Con más de 51 kilómetros cuadrados de extensión, este territorio protegido muestra un paisaje volcánico prácticamente intacto que nació de las entrañas de la tierra hace casi tres siglos. Cuando llegas y contemplas ese mar de lava petrificada que se extiende hasta donde alcanza la vista, entiendes por qué los visitantes se quedan sin palabras.

El parque alberga más de 25 volcanes y es el resultado de una de las erupciones volcánicas más importantes de la historia moderna de Europa. Lo que hace especial a Timanfaya Lanzarote no es solo su belleza cruda y primitiva, sino también el hecho de que aquí puedes sentir el calor del interior de la tierra. A pocos centímetros bajo la superficie, las temperaturas alcanzan los 100-120°C, y a seis metros de profundidad pueden superar los 600°C. Es como si el volcán estuviera dormido pero nunca del todo apagado.
La historia de las erupciones
Todo comenzó el 1 de septiembre de 1730, cuando la tierra empezó a abrirse en una serie de erupciones que cambiarían para siempre el rostro de Lanzarote. Durante seis años consecutivos, hasta 1736, la isla vivió bajo el rugido de los volcanes. Imagina el terror y la fascinación de los habitantes al ver cómo la lava devoraba pueblos enteros, tierras de cultivo y caminos, creando un nuevo paisaje ante sus ojos.
El párroco de Yaiza, Lorenzo Curbelo, documentó estos acontecimientos en sus crónicas, dejando un testimonio valiosísimo de aquellos días apocalípticos. Más de 30 pueblos quedaron sepultados bajo la lava y casi una cuarta parte de la isla quedó cubierta por este manto volcánico. Pero de esa destrucción nació un paisaje único en el mundo, un laboratorio natural que hoy nos permite entender los procesos volcánicos con una claridad asombrosa.
En 1824 hubo una última erupción en Tinguatón que puso el broche final a este periodo volcánico. Desde entonces, Timanfaya duerme, pero su corazón sigue caliente.
Un paisaje lunar en la tierra
Cuando recorres las Montañas de Fuego, la sensación es surrealista. No hay prácticamente vegetación, solo tonos negros, ocres, rojizos y naranjas que crean un espectro cromático hipnotizante. Los conos volcánicos se elevan como centinelas silenciosos sobre un mar de lava que adoptó formas caprichosas al enfriarse: ríos petrificados, burbujas gigantes, cordones retorcidos.

La ausencia casi total de vida vegetal no se debe solo a la reciente formación geológica del terreno. Las condiciones aquí son extremadamente duras: escasas lluvias, suelo poroso que no retiene agua, calor subterráneo y vientos constantes. Solo algunos líquenes pioneros se atreven a colonizar tímidamente estas rocas volcánicas, siendo los primeros pasos de un proceso de colonización que llevará siglos.
Este aspecto marciano ha convertido a Timanfaya en escenario de películas y documentales. Cuando caminas por las zonas permitidas o contemplas el paisaje desde el autobús, entiendes por qué los científicos vienen aquí para estudiar cómo podría ser la superficie de otros planetas.
Experiencias imprescindibles en Timanfaya
La Ruta de los Volcanes
Esta es la estrella absoluta de cualquier visita a Timanfaya y lo que hace que el parque sea tan especial. Se trata de un recorrido de 14 kilómetros que atraviesa el corazón del parque nacional a bordo de un autobús especial. El trayecto dura aproximadamente 40 minutos y está incluido en el precio de tu entrada.
Durante este paseo, un guía va narrando la historia geológica mientras el autobús serpentea entre cráteres, calderas y coladas de lava. Las paradas están perfectamente pensadas para ofrecerte las vistas más espectaculares: la panorámica desde el Montaña Rajada, el Valle de la Tranquilidad donde la lava creó formas ondulantes, o el impresionante cráter del volcán que parece a punto de despertar.

Los ventanales amplios del autobús te permiten sacar fotos sin reflejos, aunque prepárate porque querrás disparar tu cámara sin parar. El trazado de la Ruta de los Volcanes fue diseñado por el arquitecto César Manrique, el mismo genio que transformó Lanzarote en un ejemplo de integración entre arte y naturaleza.
Es importante que sepas que no puedes hacer esta ruta por tu cuenta en coche ni a pie. Las restricciones son estrictas para preservar este ecosistema frágil. Los autobuses salen continuamente desde el Centro de Visitantes del Islote de Hilario, así que normalmente no tendrás que esperar mucho tiempo.
Las demostraciones geotérmicas
Junto al Islote de Hilario, donde se encuentra el Centro de Visitantes, podrás presenciar una de las experiencias más alucinantes del parque. Los guías realizan demostraciones que te harán comprender la increíble potencia del calor geotérmico que late bajo tus pies.

La primera demostración consiste en echar un cubo de agua en un tubo que se introduce en el suelo. En segundos, el agua hierve y sale disparada hacia arriba en forma de géiser, alcanzando varios metros de altura. El rugido y la fuerza del vapor te dejan con la boca abierta, especialmente cuando piensas que eso ocurre de forma natural bajo toda esa explanada.
La segunda demostración es igual de impactante: un guía coloca ramas secas sobre una abertura en el suelo y, en cuestión de segundos, las ramas arden espontáneamente por el calor que emana de la tierra. No hace falta ningún combustible adicional, solo el calor natural del volcán. Ver cómo algo se prende fuego sin llama es una experiencia que no olvidarás.
Estas demostraciones se realizan cada poco tiempo, así que aunque haya bastante gente, podrás verlas sin problema. Son gratuitas y están incluidas en tu entrada al parque.
Comer en el Restaurante El Diablo
Aquí viene una de las razones por las que visitar Timanfaya es tan memorable. El Restaurante El Diablo, diseñado por César Manrique con su característico respeto por el entorno, ofrece una experiencia gastronómica única: cocinar con el calor del volcán.
El restaurante cuenta con una parrilla circular que aprovecha el calor geotérmico natural que emana del suelo. La temperatura es perfecta para asar carne y pescado, dándoles un sabor especial. Desde tu mesa, con vistas panorámicas al paisaje volcánico, puedes ver cómo los cocineros trabajan en esta parrilla singular.
La arquitectura del edificio se integra perfectamente en el entorno, con grandes ventanales circulares que enmarcan las vistas como si fueran cuadros vivientes. Los precios son razonables considerando la experiencia única que ofrece. El menú incluye platos canarios tradicionales y opciones para todos los gustos.
Aunque no comas allí, merece la pena subir a la zona del restaurante para disfrutar de la terraza exterior, desde donde tendrás unas vistas espectaculares de todo el parque nacional. Es uno de los mejores miradores de Timanfaya.
Consejo ecológico: Viajar a menos destinos no solo beneficia a tu bolsillo y al clima, también es positivo para las comunidades locales. Ser un viajero responsable no significa únicamente reducir tu huella de carbono, sino también contribuir de forma positiva a los lugares que visitas.
Cómo planificar tu visita a Timanfaya
El Parque Nacional Timanfaya abre todos los días de la semana excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero. El horario de Timanfaya es de 9:00 a 16:45 horas (última entrada), aunque estos horarios pueden variar ligeramente según la época del año, así que te recomiendo consultar la web oficial antes de ir.
En cuanto a las entradas Timanfaya, los precios actuales son:
- Entrada general: 12€ para adultos
- Residentes canarios: 9,60€ (con acreditación)
- Niños de 7 a 12 años: 6€
- Menores de 7 años: entrada gratuita
Estos precios incluyen el acceso al Centro de Visitantes, las demostraciones geotérmicas y, lo más importante, la Ruta de los Volcanes en autobús. Es decir, con tu entrada tienes acceso a todo. El aparcamiento es gratuito.
Te recomiendo llevar efectivo o tarjeta porque aunque normalmente aceptan ambos métodos de pago, en zonas más aisladas como esta siempre es mejor ir preparado. Puedes comprar las entradas directamente en taquilla, ya que actualmente no existe sistema de reserva anticipada online para la entrada general del parque.
Cómo llegar a Timanfaya
Timanfaya está ubicado exactamente es en el suroeste de Lanzarote, en el municipio de Yaiza. Desde cualquier punto de la isla puedes llegar relativamente rápido, ya que Lanzarote no es muy grande.
Cómo llegar a Timanfaya depende de tu punto de partida:
- Desde Arrecife (capital de la isla): Toma la LZ-2 dirección Yaiza y luego la LZ-67 dirección Mancha Blanca. Son unos 30 kilómetros, aproximadamente 30-35 minutos en coche.
- Desde Puerto del Carmen: Ve por la LZ-2 hacia el norte hasta conectar con la LZ-67. Unos 25 kilómetros, 25-30 minutos.
- Desde Playa Blanca: Sube por la LZ-2 dirección norte y luego toma la LZ-67. Son unos 30 kilómetros, 30-35 minutos.
- Desde Costa Teguise o Puerto Calero: Similar al recorrido desde Arrecife, pasando por la capital.
La opción más cómoda y popular es alquilar un coche. Las carreteras en Lanzarote están en perfecto estado y la señalización es clara. Verás indicaciones hacia «Timanfaya» o «Montañas del Fuego» que te guiarán sin problema. El paisaje durante el trayecto ya empieza a cambiar conforme te acercas, con campos de lava a ambos lados de la carretera.
Si prefieres no conducir, existen excursiones organizadas desde todos los puntos turísticos de la isla. Estas excursiones suelen incluir el transporte, la entrada al parque y, muchas veces, visitas a otros puntos de interés cercanos como Los Hervideros o el Charco Verde. Son cómodas y prácticas, especialmente si viajas solo o en pareja y no quieres preocuparte de nada.
El transporte público es posible pero limitado. La línea de guagua (autobús) número 6 conecta Arrecife con Yaiza, pero desde Yaiza aún tendrías que hacer varios kilómetros hasta la entrada del parque. No es la opción más práctica a menos que combines autobús con taxi o tengas mucho tiempo y ganas de aventura.
¿Es necesario reservar con antelación?
Aquí viene una de las preguntas más frecuentes sobre cómo visitar el Timanfaya: actualmente no existe un sistema de reserva online para las entradas generales del parque. Todo funciona por orden de llegada en las taquillas del Centro de Visitantes.
Esto significa que, durante los meses de temporada alta (especialmente de junio a septiembre y en periodos vacacionales), puede haber colas considerables en las horas punta, generalmente entre las 11:00 y las 14:00 horas. No es raro esperar 30-45 minutos o más en días muy concurridos.
Mi mejor consejo es madrugar. Si llegas cuando abre el parque a las 9:00 de la mañana, te saltarás prácticamente todas las colas y disfrutarás del lugar con mucha menos gente. La experiencia es infinitamente mejor cuando los autobuses no van llenos a rebosar y puedes moverte con tranquilidad por el Centro de Visitantes.
Existe también la opción de contratar rutas guiadas especiales a pie por zonas restringidas del parque. Estas sí requieren reserva anticipada con bastante antelación (semanas o incluso meses en temporada alta) y tienen un coste adicional. Son experiencias más exclusivas y profundas, perfectas si eres un apasionado de la geología o quieres algo diferente a la visita estándar.
Cuánto tiempo dedicarle
Para una visita completa al Parque Nacional de Timanfaya, calcula entre 2 y 3 horas en total. Aquí te desgloso los tiempos:
- Ruta de los Volcanes en autobús: 40-45 minutos
- Demostraciones geotérmicas: 15-20 minutos
- Centro de Visitantes y exposición: 20-30 minutos
- Restaurante El Diablo/mirador: 30-45 minutos (más si comes)
- Tiempo de espera y colas: variable (de 0 a 45 minutos según la hora)
Si comes en El Diablo, añade al menos una hora más para disfrutar de la comida con calma. Si quieres hacer fotos tranquilamente y empaparte bien de la experiencia, no tengas prisa. Este es uno de esos lugares donde merece la pena tomarse el tiempo necesario.
La mayoría de visitantes dedican entre 2 y 2.5 horas, que es suficiente para ver todo lo principal sin agobios. Si además combinas la visita con otros puntos cercanos como Los Hervideros o el Charco de los Clicos, puedes dedicar toda una mañana o tarde a esta zona de la isla.
Consejos de viaje para tu visita
Como te comentaba antes, el horario de Timanfaya permite visitarlo desde las 9:00 hasta las 16:45, pero no todas las horas son igual de recomendables. La franja horaria que elijas puede marcar una gran diferencia en tu experiencia.
Primera hora de la mañana (9:00-10:30): Es sin duda el mejor momento. Hay poca gente, las colas son mínimas o inexistentes, y la luz de la mañana es perfecta para fotografiar el paisaje volcánico. Las temperaturas son más suaves si visitas en verano. Los tonos del amanecer sobre las montañas de lava crean una paleta de colores espectacular.
Media mañana (10:30-13:00): Comienza a llenarse de gente. Las excursiones organizadas suelen llegar en esta franja. Esperarás más tiempo pero aún es manejable.
Mediodía (13:00-15:00): La hora de máxima afluencia. Si puedes, evítala. Las colas son largas, los autobuses van llenos y hace más calor. En verano, el sol pega fuerte y el paisaje volcánico negro absorbe el calor, aumentando la sensación térmica.
Última hora (15:00-16:45): Vuelve a vaciarse. Si no has podido madrugar, esta es tu segunda mejor opción. La luz del atardecer sobre el paisaje volcánico es mágica, con tonalidades doradas y sombras largas que realzan el relieve. Ten en cuenta que tendrás que calcular bien el tiempo para entrar antes de que cierren las taquillas.
Qué llevar y qué ponerse
El paisaje de Timanfaya en Lanzarote es árido y expuesto, sin apenas zonas de sombra. Aquí está tu lista de imprescindibles:
- Protección solar: Crema solar de factor alto, gorra o sombrero, y gafas de sol. El sol canario pega fuerte todo el año y aquí no hay árboles que te protejan. La reverberación sobre las rocas negras es intensa.
- Ropa cómoda: Pantalones o falda cómodos, camiseta de manga corta o larga según la temporada. En invierno puede hacer fresco con el viento, así que lleva una chaqueta ligera. En verano, tejidos transpirables. Los colores claros son más agradables con el calor.
- Calzado cerrado y cómodo: Aunque el recorrido principal es en autobús, caminarás por el Centro de Visitantes y las zonas de demostraciones. Unas zapatillas deportivas o calzado de trekking ligero son perfectos. Olvídate de chanclas o sandalias.
- Agua: Lleva siempre una botella de agua. Hay lugares donde comprar bebidas, pero los precios son más altos. En verano es fundamental mantenerse hidratado.
- Cámara de fotos o móvil con batería cargada: Harás decenas de fotos, créeme. Este paisaje es tan fotogénico que no podrás resistirte. Lleva batería extra o powerbank.
- Mochila pequeña: Para llevar todo lo anterior de forma cómoda, especialmente durante el recorrido en autobús.
Lo que NO necesitas llevar: Comida (a menos que quieras hacer un picnic antes o después, fuera del parque), equipamiento de senderismo pesado, demasiadas capas de ropa (hace calor incluso en invierno al mediodía).
Normas del Parque Nacional
Timanfaya es un espacio natural protegido con regulaciones estrictas, y con razón. Este ecosistema es extremadamente frágil y cualquier alteración puede tardar décadas o siglos en recuperarse.
- Mantente en los caminos señalizados: No te salgas de las pasarelas, senderos o zonas habilitadas. Pisar la lava puede parecer inofensivo, pero altera la lenta colonización de líquenes y afecta a la conservación del paisaje.
- No recojas piedras ni ningún elemento natural: Llevarse «recuerdos» está prohibido y multado. Cada piedra volcánica forma parte del patrimonio geológico del parque.
- No tires basura: Parece obvio, pero merece mencionarse. Llévate todo lo que traigas. El parque tiene papeleras en las zonas habilitadas.
- No se permite fumar: Dada la sequedad del entorno y el riesgo de incendio, está prohibido fumar en todo el parque.
- Respeta las indicaciones del personal: Los guías y guardas del parque están para preservar el espacio y garantizar tu seguridad. Sigue sus instrucciones en todo momento.
- No se puede entrar con mascotas: Los animales de compañía no están permitidos en el parque nacional, excepto perros guía.
- Prohibido volar drones: Para preservar la tranquilidad de la fauna (aunque escasa) y por seguridad, los drones están prohibidos sin autorización expresa.
Estas normas pueden parecer estrictas, pero son necesarias para que Timanfaya siga siendo ese lugar mágico que es, y para que las futuras generaciones también puedan disfrutarlo.
Preguntas frecuentes sobre Timanfaya
¿Se puede recorrer Timanfaya a pie o en coche?
Esta es probablemente la pregunta más común. La respuesta corta es no, no puedes recorrer la Ruta de los Volcanes por tu cuenta, ni andando ni en tu coche. El recorrido principal solo es accesible en los autobuses oficiales del parque y esta restricción es inamovible.
Las razones son varias: proteger el delicado ecosistema volcánico, garantizar la seguridad de los visitantes (hay zonas donde el suelo puede estar muy caliente o ser inestable), y controlar el impacto del turismo en este espacio natural.
Si lo que buscas es una experiencia más activa y exploratoria a pie, existen rutas guiadas especiales por zonas restringidas del parque que normalmente están cerradas al público. Estas rutas se realizan con guías especializados y grupos reducidos. Tienes que reservarlas con mucha antelación a través de empresas autorizadas o del propio parque. Suelen durar entre 3 y 4 horas y te permiten adentrarte en zonas realmente vírgenes del parque, escalando cráteres y explorando túneles de lava. Son más caras que la visita estándar, pero si eres amante del senderismo y la geología, la experiencia es insuperable.
También existe una ruta costera, la Ruta de Tremesana, que bordea el parque por su límite oeste. Esta ruta sí puede hacerse por libre, pero requiere permiso previo y experiencia en senderismo, ya que son 7 kilómetros en un entorno muy exigente, sin sombras y con bastante desnivel.
¿Merece la pena visitar Timanfaya con niños?
¡Rotundamente sí! Visitar Timanfaya con niños es una experiencia educativa y emocionante. A los más pequeños les fascina este paisaje «de otro planeta», las demostraciones geotérmicas les dejan con la boca abierta (especialmente ver cómo arde la paja por arte de magia), y el paseo en autobús es cómodo para ellos.
La visita no requiere esfuerzo físico significativo, así que es perfecta para familias con niños de cualquier edad. Los menores de 7 años entran gratis, y entre 7 y 12 años pagan tarifa reducida. En el Centro de Visitantes hay paneles explicativos adaptados a diferentes niveles de comprensión.
Algunos consejos si vas con niños: lleva agua y algún snack, porque entre las esperas y el recorrido pueden pasar un par de horas sin paradas para comer. Aplícales protección solar frecuentemente. Y aprovecha la visita para explicarles cosas sobre volcanes, geología y naturaleza; es una clase de ciencias naturales en vivo que recordarán siempre.
El único «pero» es que los niños muy pequeños (bebés y niños de 2-3 años) pueden cansarse o aburrirse si la visita se alarga mucho con colas. Intenta ir a primera hora para minimizar esperas.
¿Qué hay cerca de Timanfaya?
La zona suroeste de Lanzarote está repleta de lugares espectaculares que puedes combinar con tu visita al Parque Nacional Timanfaya para hacer una ruta perfecta de un día.
La Geria: A solo 15 minutos en coche, este valle de viñedos cultivados en ceniza volcánica negra es una maravilla paisajística y gastronómica. Puedes visitar bodegas, hacer catas de vino y descubrir un sistema de cultivo único en el mundo.
Los Hervideros: A 20 minutos hacia la costa oeste, este acantilado volcánico donde el mar ruge y se estrella contra la lava negra es impresionante. Las grutas naturales y los túneles creados por la lava al llegar al mar forman un espectáculo visual y sonoro increíble.
El Charco de los Clicos (Charco Verde): Justo al lado de Los Hervideros, esta laguna de agua verde esmeralda contrasta con el negro de la arena volcánica y el azul del océano. Es uno de los lugares más fotografiados de Lanzarote.
Salinas de Janubio: A 25 minutos, estas salinas tradicionales aún en funcionamiento crean un paisaje geométrico de piscinas blancas y rosas donde se extrae sal marina. Al atardecer, con la luz dorada, son preciosas.
El Golfo: Un pueblo costero tranquilo donde puedes comer pescado fresco con vistas al mar después de tu visita a las maravillas volcánicas de la zona.
Yaiza: El pueblo blanco más bonito de la zona, con sus casas encaladas y calles cuidadas. Perfecto para tomar algo o comer después de Timanfaya.
Puedes diseñar fácilmente una ruta circular que incluya Timanfaya por la mañana temprano, Los Hervideros y el Charco Verde después, comer en El Golfo, y terminar en las Salinas de Janubio o La Geria. Es un día completo pero cada parada merece mucho la pena.
Por qué Timanfaya es una visita obligada
Después de todo lo que te he contado, espero que tengas claro que Timanfaya no es una atracción turística más. Es un viaje a los orígenes de nuestro planeta, un lugar donde puedes tocar (literalmente) la fuerza geológica que da forma a la Tierra.
¿Dónde más en Europa puedes ver un paisaje volcánico tan reciente, tan salvaje y tan accesible? ¿Dónde más puedes sentir el calor del interior del planeta bajo tus pies y ver cómo el agua hierve instantáneamente con ese calor? Este parque nacional es único, y visitarlo es como abrir una ventana al pasado volcánico del planeta mientras contemplas un futuro en el que, quizás dentro de cientos de años, ese paisaje estéril volverá a llenarse de vida.
La visión de César Manrique para integrar la experiencia turística con respeto total al entorno natural hace que recorrer Timanfaya sea algo más que ver un bonito paisaje. Es entender nuestra relación con la naturaleza, es sentir humildad ante fuerzas que escapan completamente a nuestro control.
Así que cuando estés planificando tu viaje a Lanzarote, pon Timanfaya en lo alto de tu lista. Consulta los horarios y precios de Timanfaya, decide cómo llegar a Timanfaya que mejor te convenga, madruga para evitar las multitudes, y prepárate para vivir una de las experiencias naturales más impactantes que te puede ofrecer Europa.
Las Montañas de Fuego te esperan con su belleza cruda, su silencio poderoso y su testimonio vivo de que nuestro planeta está vivo, respirando fuego y creando paisajes que nos dejan sin aliento. No te lo pierdas.
Excursiones y tours en Timanfaya

Hola, soy Jota, ¡Gracias por visitar nuestro blog!
En 2016 dejamos nuestra monótona vida y comenzamos a perseguir cascadas, atardeceres y vistas de todo el mundo. En este blog, compartimos historias y consejos de viajes favoritos.
Queremos que todo el mundo pueda viajar a donde quiera, tan a menudo como quiera.