Villars-sur-Ollon es ese rincón de los Alpes suizos que parece sacado de una postal, pero con la ventaja de que puedes visitarlo sin tener que luchar contra multitudes o pagar fortunas absurdas. Situado en el cantón de Vaud, a 1.300 metros de altitud, este pueblo alpino combina la autenticidad suiza con todas las comodidades de un resort moderno. Aquí encuentras desde pistas de esquí perfectas para principiantes hasta rutas de senderismo que te dejan sin aliento (literal y metafóricamente), todo envuelto en ese ambiente familiar y relajado que hace que quieras quedarte una semana más de lo planeado.
¿Por qué visitar Villars-sur-Ollon?
A diferencia de esos mega-resorts donde te sientes como en una cadena de montaje turística, Villars-sur-Ollon conserva su alma de pueblo de montaña. Las casas de madera con sus balcones llenos de geranios se mezclan con algunos hoteles boutique, pero todo mantiene esa escala humana que hace que reconozcas caras en la panadería al tercer día. La gente local habla francés (estás en la Suiza romanda), pero el inglés funciona perfectamente y siempre te encuentras con algún español perdido como tú.

Lo mejor es que este lugar lleva más de un siglo recibiendo visitantes (los británicos lo descubrieron a finales del XIX) pero nunca se ha vendido al turismo de masas. Aquí vienen familias suizas que repiten cada año, parejas que buscan tranquilidad y esquiadores que prefieren calidad a cantidad de pistas.
Un destino para todas las estaciones
La magia de Villars es que funciona los 365 días del año. En invierno se transforma en una estación de esquí perfecta para familias y esquiadores intermedios, con acceso al dominio de Les Diablerets que suma más de 100 kilómetros de pistas. Pero cuando la nieve se derrite, el espectáculo apenas comienza: los Alpes se visten de verde intenso, las vacas suben a los pastos altos con sus cencerros sonando, y las rutas de senderismo te regalan vistas que van desde el Mont Blanc hasta el Lago Léman.
Otoño y primavera son las estaciones secretas, cuando los precios bajan, las multitudes desaparecen y puedes disfrutar de ese ritmo pausado de montaña sin prisas. Sea cuando sea que llegues, Villars-sur-Ollon tiene algo esperándote.
Qué hacer en Villars-sur-Ollon
Esquí y deportes de invierno en el dominio de Les Diablerets

El Villars ski conecta con el dominio esquiable de Les Diablerets, creando un parque de juegos invernal que abarca desde pistas suaves hasta descensos que hacen sudar. Lo que más me gusta es que no te sientes agobiado: puedes esquiar toda la mañana sin encontrarte con colas interminables en los remontes.
Pistas para todos los niveles
El área cuenta con 44 pistas que suman unos 112 kilómetros esquiables. Si estás empezando, la zona de Bretaye es tu paraíso: pistas anchas, pendientes amables y vistas espectaculares que te hacen olvidar que acabas de caerte por quinta vez. Los intermedios disfrutarán de las bajadas rojas desde el Meilleret, mientras que los más atrevidos pueden probar las negras de Les Chaux o cruzar hacia el glaciar de Les Diablerets a 3.000 metros de altura.
Escuelas de esquí y alquiler de material

La Swiss Ski School tiene base en Villars y sus instructores tienen esa paciencia infinita que agradeces cuando intentas explicarle a tu cuerpo cómo hacer un giro en paralelo. Las clases se ofrecen en varios idiomas y hay programas específicos para niños que incluyen juegos y descubrimiento de la montaña. El alquiler de equipos está bien organizado: puedes recoger tu material en el pueblo por la tarde, probártelo con calma, y salir directamente a las pistas al día siguiente.
Trineos y actividades para familias
Si viajas con niños o simplemente quieres recuperar tu niño interior, las pistas de trineo son adictivas. La más famosa baja desde Bretaye hasta el pueblo, con 7 kilómetros de pura diversión y gritos. También hay una pista de patinaje natural en el centro, paseos en raquetas de nieve por bosques nevados, y hasta excursiones nocturnas con fondue en un refugio de montaña.
Senderismo y bicicleta de montaña en verano
Cuando el calor aprieta en las ciudades, Villars-sur-Ollon se convierte en un oasis fresco donde el senderismo en Suiza alcanza niveles de adicción peligrosos. Tienes más de 300 kilómetros de senderos señalizados, desde paseos de una hora hasta travesías de día completo.
Rutas con vistas al Mont Blanc y al Lago Léman

Una de las caminatas más espectaculares te lleva desde Bretaye hasta el Col de la Croix, con panorámicas que abarcan el macizo del Mont Blanc al este y el Lago Léman brillando allá abajo. Son unas 3 horas de marcha moderada, perfecta para hacer con calma y parar cada diez minutos a sacar fotos. Otra opción clásica es subir al Grand Chamossaire (2.112m), la cima que domina Villars: desde arriba ves prácticamente toda la región.
El famoso sendero del Lac des Chavonnes
Este lago de montaña te espera tras una caminata de unos 45 minutos desde Bretaye. El agua es de ese azul imposible que solo ves en los Alpes, rodeado de prados donde pastan vacas con cencerros. Es el lugar ideal para un picnic, aunque el agua está tan fría que nadar es solo para valientes (o locos). En verano, el refugio cercano sirve quesos locales y vino blanco del Valais.
Alquiler de E-Bikes y guías
Las bicicletas eléctricas han revolucionado el ciclismo de montaña, permitiendo que cualquiera pueda disfrutar de rutas que antes requerían piernas de hierro. Varios establecimientos en Villars alquilan e-bikes de calidad, y hay circuitos marcados que combinan senderos forestales, caminos alpinos y algún que otro single track para los más aventureros. También puedes contratar guías locales que conocen cada rincón y te llevan a los miradores secretos.
Relax y bienestar en la montaña
No todo es acción en Villars-sur-Ollon. El pueblo tiene su lado zen.
Piscinas y centros termales
El Villars Palace y otros hoteles ofrecen spas con vistas a los Alpes, donde puedes pasar una tarde alternando sauna, jacuzzi y masajes. La experiencia de relajarte en una piscina climatizada mientras afuera nieva tiene algo de mágico. En verano, el centro deportivo municipal cuenta con piscina al aire libre donde se mezclan turistas y locales.
Rutas de paseo fáciles y picnic
El sendero panorámico que bordea el pueblo apenas tiene desnivel y te regala vistas continuas. Es perfecto para familias con carritos o para quien simplemente quiere caminar sin sudar. Los bancos estratégicamente colocados te invitan a sentarte con un libro o simplemente a contemplar el paisaje. Los locales tienen sus spots favoritos para picnics, especialmente en la zona de Chesières, el pueblito pegado a Villars.
Los imprescindibles de Villars-sur-Ollon y sus alrededores
El centro de Villars-sur-Ollon se recorre en quince minutos andando, pero merece más tiempo. La Avenue Centrale concentra tiendas de deporte, boutiques con productos suizos (relojes, chocolate, navajas Victorinox) y cafeterías donde la gente se sienta en las terrazas incluso con dos grados. La arquitectura mezcla chalets tradicionales con edificios belle époque que recuerdan los inicios turísticos del lugar.

La oficina de turismo está perfectamente señalizada y el personal habla varios idiomas. Allí consigues mapas detallados, consejos actualizados sobre el estado de los senderos y hasta te ayudan a reservar actividades. Los jueves hay mercadillo con productos locales: quesos de la región, embutidos, artesanías.
Excursión a la cima de Bretaye y al glaciar de Les Diablerets
Bretaye (1.800m) es la puerta de entrada a las alturas y llegas en tren cremallera desde Villars en apenas 15 minutos. Arriba encuentras un altiplano verde en verano y blanco en invierno, con restaurantes, punto de partida de rutas y un paisaje de esos que te hacen replantear tu vida en la ciudad.

Desde allí puedes continuar el viaje hacia el glaciar de Les Diablerets, alcanzando los 3.000 metros. El Peak Walk es un puente suspendido que conecta dos cimas y que, según dicen, es el único puente colgante del mundo que une dos picos de montaña. Las vistas son brutales: ves prácticamente todos los gigantes alpinos desde el Eiger hasta el Mont Blanc. Eso sí, lleva ropa de abrigo porque arriba hace frío incluso en agosto.
Un paseo en el tren cremallera de BVB
El tren cremallera Bex-Villars-Bretaye (BVB) es una atracción en sí mismo. Este pequeño tren rojo trepa desde el valle del Ródano hasta Villars y continúa hasta Bretaye, salvando más de 1.000 metros de desnivel. Los vagones tienen ventanas enormes y el ritmo pausado te permite disfrutar del paisaje: viñedos, bosques, pueblitos y finalmente los Alpes. Funciona todo el año y está integrado en el Swiss Travel Pass.

La cercana ciudad de Montreux y el Lago Léman
A solo 30 minutos en coche (o 45 en tren) llegas a Montreux, la elegante ciudad a orillas del Lago Léman famosa por su festival de jazz y su clima mediterráneo protegido por las montañas. El contraste entre la frescura alpina de Villars y el ambiente cosmopolita del lago es perfecto para un día de excursión.
Desde Montreux puedes visitar el Castillo de Chillón, recorrer el paseo marítimo lleno de flores exóticas, o tomar un barco Belle Époque que cruza el lago hasta la parte francesa. También está cerca Gruyères, el pueblo medieval donde se produce el famoso queso, y la región vinícola de Lavaux, Patrimonio de la UNESCO.
Planifica tu viaje: información práctica
Cómo llegar a Villars-sur-Ollon
En coche (desde Ginebra, Lausana)
Desde el aeropuerto de Ginebra son unos 90 kilómetros, hora y media de conducción por autopista hasta Aigle o Bex, y luego una carretera de montaña con curvas pero bien mantenida. Desde Lausana son apenas 60 kilómetros. La carretera de subida está abierta todo el año, aunque en pleno invierno conviene llevar cadenas en el maletero. El aparcamiento en Villars es relativamente fácil, con varios parkings públicos cerca del centro.
En tren (estación de Bex + tren cremallera)
Esta es la opción más suiza y la que yo recomiendo. Los trenes desde Ginebra o Lausana te llevan a Bex (en el valle) en menos de una hora. Allí cambias al tren cremallera BVB que sube directamente a Villars en 35 minutos, atravesando paisajes espectaculares. La conexión está sincronizada, así que no pierdes tiempo esperando. Con el Swiss Travel Pass tienes todos los trayectos incluidos, más descuentos en teleféricos.
Mejor época para visitar (invierno vs. verano)
- El invierno en Villars-sur-Ollon va de diciembre a marzo, con la mejor nieve entre enero y febrero. Las temperaturas rondan los -5°C en el pueblo y más abajo en las pistas, pero el sol brilla intensamente. La temporada alta son las vacaciones escolares suizas (febrero especialmente), cuando los precios suben y hay más gente.
- El verano (junio a septiembre) te regala temperaturas perfectas para la montaña: entre 15°C y 25°C, noches frescas ideales para dormir, y días largos que aprovechas al máximo. Julio y agosto son los meses más concurridos pero nunca llegas al agobio de otros destinos alpinos. En septiembre los colores del otoño empiezan a aparecer y los precios bajan.
- Primavera y otoño son las estaciones para los que buscan tranquilidad absoluta. En mayo todavía hay nieve en las cumbres pero los prados empiezan a florecer. Octubre tiene esa luz dorada increíble y los bosques se tiñen de rojos y amarillos.
Dónde alojarse en Villars-sur-Ollon

Villars ofrece alojamiento para todos los presupuestos, desde hoteles de cinco estrellas hasta apartamentos sencillos.
El Grand Hôtel du Parc y el Eurotel Victoria son las opciones clásicas de lujo, con spas, restaurantes gourmet y ese servicio suizo impecable. El Hôtel du Golf combina confort con vistas directas a las montañas y está a dos minutos andando del centro.
Para presupuestos medios, el Hôtel Alpe Fleurie es familiar y acogedor, con habitaciones renovadas y buen desayuno incluido. También hay numerosos chalets y apartamentos que puedes alquilar por Airbnb o Booking, ideales si viajas en grupo o quieres cocinar para ahorrar en restaurantes.
Los hostels y albergues son limitados, pero el Roche Alpine Hostel en la cercana Gryon ofrece camas baratas y ambiente juvenil.
Dónde comer: desde fondue hasta gastronomía moderna
La gastronomía en Villars-sur-Ollon gira alrededor de los clásicos suizos con toques modernos.
El Vieux-Villars es probablemente el mejor restaurante del pueblo, con cocina francesa refinada y una carta de vinos impresionante. La Brasserie Chez Bacchus sirve fondues, raclettes y carnes a la parrilla en un ambiente rústico pero elegante. Para fondues auténtica y económica, el Café-Restaurant du Centre nunca falla: queso fundido, patatas cocidas, pepinillos y ese vino blanco fendant que acompaña perfecto.
En las pistas, los refugios como el Chaux Ronde o el restaurant de Bretaye te salvan el mediodía con platos contundentes: croûte au fromage (pan gratinado con queso), rösti con huevo, salchichas locales. Las terrazas con sol de montaña convierten cualquier comida en un momento memorable.
Para desayunos, la Boulangerie-Pâtisserie Villars hornea panes y croissants que huelen desde la calle. Los domingos, llegar temprano es clave porque los locales arrasan con todo.
Presupuesto y consejos para ahorrar
Seamos realistas: Suiza no es barata, pero Villars-sur-Ollon resulta más asequible que Zermatt o St. Moritz.
Un forfait de esquí de un día ronda los 60-70 francos suizos (similar en euros). Si vas varios días, los pases de 3 o 6 días reducen el precio diario. Los niños menores de 9 años esquían gratis si un adulto compra forfait. En verano, muchas actividades como el senderismo son gratuitas, solo pagas los remontes si los usas.

El alojamiento va desde 80-100 francos por una habitación doble sencilla hasta 300+ en hoteles de categoría. Los apartamentos con cocina te permiten ahorrar cocinando: compra en la Coop del pueblo (precios suizos pero razonables) y prepara algunos desayunos y cenas.
Comer fuera cuesta entre 20-30 francos por plato principal. Los menús del día a mediodía son más económicos que las cenas a la carta. Comprar bocadillos para el mediodía en pistas ahorra bastante comparado con comer en los restaurantes de montaña.
El Swiss Travel Pass sale rentable si llegas en tren y piensas moverte por la región: incluye todos los trenes, buses, barcos del lago e incluso algunos teleféricos. Haz números porque puede ahorrarte cientos de francos.
Viajar fuera de temporada alta (evita febrero y agosto) reduce precios hasta un 30% en alojamiento.
Tu próxima aventura alpina te espera
Villars-sur-Ollon es ese destino que funciona para prácticamente cualquier tipo de viajero. Familias que buscan seguridad y actividades para todas las edades, parejas que quieren desconectar rodeados de belleza natural, esquiadores que prefieren calidad a masificación, senderistas que coleccionan vistas espectaculares… todos encuentran su lugar aquí.

Lo que hace especial a este rincón de los Alpes es su autenticidad. No es un parque temático alpino creado para turistas, sino un pueblo real que mantiene su esencia mientras te recibe con los brazos abiertos. La combinación de naturaleza impresionante, infraestructuras modernas y ese ritmo pausado de montaña crean una experiencia que se queda contigo mucho después de bajar del tren.
Ya sea que vengas a deslizarte por la nieve en invierno, a recorrer senderos alpinos en verano, o simplemente a respirar aire puro y desconectar del ruido, Villars-sur-Ollon tiene lo que buscas. Las montañas estarán ahí esperándote, los caminos señalizados listos para ser explorados, y ese chocolate caliente post-esquí llamándote desde una terraza soleada.
Solo queda decidir cuándo vas a reservar. Te prometo que la decisión más difícil será elegir si vuelves en la estación opuesta para ver la otra cara de este pequeño paraíso alpino.
Actividades en los Alpes suizos

Hola, soy Jota, ¡Gracias por visitar nuestro blog!
En 2016 dejamos nuestra monótona vida y comenzamos a perseguir cascadas, atardeceres y vistas de todo el mundo. En este blog, compartimos historias y consejos de viajes favoritos.
Queremos que todo el mundo pueda viajar a donde quiera, tan a menudo como quiera.