La Catedral de la Almudena (Catedral de Santa María la Real de la Almudena) es nada menos que la sede del Arzobispado de Madrid. Ahí está, plantada frente al Palacio Real, en el corazón histórico de la ciudad, imponente y llena de historia.
Madrid, aunque no lo creas, estuvo siglos sin catedral. ¿La razón? Cuando la capital se trasladó desde Toledo en 1561, construir una catedral no fue prioridad. Los gastos del Imperio español y la construcción de ciudades y fortificaciones en tierras lejanas mantuvieron este proyecto en la lista de espera… por varios siglos.
Finalmente, la cosa cambió en 1883 cuando comenzaron las obras de la Almudena, bajo la batuta de Francisco de Cubas (un arquitecto de renombre en la época). ¿Lo increíble? No se terminó hasta ¡1993! Para entonces, ya llevaban siglos de retraso. Se cree que la catedral está construida en el sitio donde, allá por el 1083, había una mezquita que fue destruida. Así que ya ves, historia sobre historia.
En 1993, la Catedral de la Almudena recibió la consagración del mismísimo Papa Juan Pablo II. Y, si te fijas, su fachada en gris y blanco hace juego con el Palacio Real de enfrente, como si fueran parte de una postal perfectamente calculada.
Arquitectura de la Catedral de La Almudena
La Catedral de la Almudena en Madrid es, sin lugar a dudas, una joya de la arquitectura tanto por su diseño monumental como por la mezcla de estilos que la caracteriza.
Su exterior sigue el estilo neoclásico, en perfecta sintonía con el cercano Palacio Real, mientras que su interior sorprende con un neogótico al estilo francés que no escatima en detalles ni adornos, ¡ideal para quienes aman la arquitectura recargada y un poco exuberante!
Con una planta en cruz latina, esta catedral fue diseñada para albergar un deambulatorio estrecho que conectaría sus capillas laterales, mientras que el crucero debía contar con tres naves. La cabecera, semicircular, se completa con una girola y cinco capillas que, según el plan, culminarían en el altar mayor donde se situaría la Virgen de la Almudena.
Pero no solo el interior es digno de admiración. El Marqués de Cubas, su arquitecto original, concibió una fachada principal flanqueada por dos pares de torres que enmarcarían un pórtico de entrada con tres puertas góticas. Encima, un rosetón y una galería de reyes añadirían carácter. Aunque sus fachadas laterales fueron diseñadas de manera más sencilla, el conjunto sigue siendo impresionante.
Ahora, ¿sabías que la cripta fue la primera en terminarse en 1911? Para ese entonces, el Marqués de Cubas ya había fallecido, y otros arquitectos como Fernando Chueca Goitia y Carlos Isidro se encargaron de darle un nuevo rumbo al proyecto, adaptándolo a un Madrid que había cambiado mucho desde los primeros bocetos.
Tras años de interrupciones, la construcción se retomó en 1950, y finalmente, en junio de 1993, el Papa Juan Pablo II consagró esta catedral, marcando su apertura oficial. Pero no creas que estaba del todo lista; hasta 1999 se realizaron los toques finales: se completaron las capillas, se pintaron los techos, se colocaron las vidrieras y se ajustaron los alrededores para que la catedral luciera espléndida en su entorno.
¡Visita la Catedral de la Almudena!
Lo mejor de todo: la entrada a la Catedral de la Almudena y a su cripta es gratuita, aunque piden una donación sugerida de 1€ para mantener el lugar en condiciones (al menos hasta agosto de 2024). Abren todos los días: en verano de 10:00 a 21:00, y el resto del año de 9:00 a 20:30.
Recuerda que la entrada turística está en el lado este de la Catedral de la Almudena, mientras que la entrada a la cripta se encuentra debajo del ábside, al sur.
Si quieres hacer el recorrido autoguiado y visitar el museo (¡y la terraza con vistas increíbles!), puedes entrar por el lado norte, justo frente al Palacio Real. Eso sí, el acceso cuesta 7€ (agosto de 2024) y solo está disponible de lunes a sábado, de 10:00 a 14:30. Y un último detalle: en el museo está prohibido sacar fotos.
🚩 Tour por el Palacio Real + Catedral de la Almudena
¿Cómo llegar a la Catedral de la Almudena?
Ubicada en Calle Bailén 10, la Catedral de la Almudena se alza frente al Palacio Real y en pleno centro de Madrid, por lo que llegar es bastante sencillo, ya sea en transporte público o en coche. Si tu plan es visitar también la cripta, el acceso se encuentra en Calle Mayor 92.
Transporte Público
- Metro: La estación de Ópera es la más cercana y conecta con las líneas 2 y 5 del metro, ideal para quienes ya se encuentran en Madrid y quieren una opción rápida y directa.
- Cercanías: Si vienes de las afueras de Madrid, la estación Sol es una excelente opción; desde allí puedes conectar fácilmente con las líneas C3, C3a y C4 de trenes de Cercanías y caminar unos minutos hasta la Catedral.
- Autobuses: En la intersección de Calle Bailén y Calle Mayor se encuentran las paradas de las líneas 3 y 148 de autobuses urbanos, una buena alternativa si prefieres moverte por la ciudad en autobús.
Aparcamiento
Para quienes decidan llegar en coche, hay un parking subterráneo en la Plaza de Oriente, al cual se accede mediante el túnel de la Calle Bailén. Además de estar a pocos pasos de la catedral, este aparcamiento te permitirá explorar tranquilamente los alrededores, como el Palacio Real y los Jardines de Sabatini.
🚩 Tour por Madrid, la Catedral de la Almudena y el Palacio Real
Qué ver en la Catedral de la Almudena de Madrid
Esta visita a la Catedral de la Almudena te llevará desde su suelo de mármol hasta su cúpula, cada paso lleno de detalles que, sin duda, dejan una huella imborrable.
Interior de la Catedral
Al entrar en la Catedral de la Almudena, prepárate para una explosión de detalles y colores. Lo primero que notarás es el suelo: una composición única de mármol verde serpentina de Granada y travertino amarillo pulido que parece iluminar el espacio.
Este mismo mármol verde también se ha usado en la mesa del altar, situada junto a la Cátedra Episcopal. Detrás del Altar Mayor, destaca una pieza imponente: el Cristo Crucificado, obra de Juan de Mesa.
Imágenes de la Virgen de la Almudena
El recorrido no estaría completo sin una parada frente a la imagen de la Virgen de la Almudena, una figura de madera de pino, dorada y policromada. Aunque no es la imagen original (que, según cuentan, fue destruida en tiempos de Enrique IV), esta es una de las versiones más antiguas y guarda un aire de misterio y respeto que parece envolver todo el templo.
La Cripta
La cripta de la Catedral de la Almudena es una joya en sí misma. Puedes acceder a ella por la fachada de la Calle Mayor y, nada más entrar, notarás una estructura en cruz latina, con cinco naves que conducen hasta el crucero.
El estilo de la cripta es neorromántico, con pinceladas bizantinas que le dan un toque único. Lo más destacado son sus 50 columnas monolíticas, cada una con tallas de capiteles diferentes, lo que invita a detenerse en cada rincón para apreciar los detalles.
La Cúpula: El Mirador Panorámico
Desde el museo se puede acceder a la cúpula, que tiene un mirador espectacular. Subir hasta allí y disfrutar de las vistas de 360º de Madrid es un broche de oro para la visita. Rodeado de enormes esculturas, es el lugar perfecto para contemplar la ciudad y sentirte parte de la historia que rodea este magnífico edificio.
Fachada de la Catedral
La fachada principal de la Catedral de la Almudena, con su estilo neoclásico, mira al sur hacia el Palacio Real. Es curioso, ya que la orientación de la mayoría de catedrales suele ser de Este a Oeste, pero aquí decidieron alinear la Almudena como parte del conjunto palaciego.
Coronando la fachada están cuatro estatuas de 3,3 metros que representan a San Isidro, Santa María de la Cabeza, Santa Teresa de Jesús y San Fernando, todos rodeando a la Virgen de la Almudena.
Además, en la loggia hay estatuas de los cuatro evangelistas, junto a relieves de mármol que representan escenas importantes relacionadas con la Virgen.
Museo de la Catedral
Para quienes se animen a explorar más, el Museo de la Catedral es una parada interesante (web oficial). Ahí se pueden ver la Sala Capitular y la Sacristía Mayor, además de una exposición sobre la historia de la Catedral de la Almudena y sus patronos. Es un recorrido que ayuda a entender el valor cultural y espiritual de este templo.
Curiosidades sobre la Catedral de la Almudena
Aquí tienes una serie de curiosidades fascinantes sobre la Catedral de la Almudena de Madrid, que sin duda harán que tu visita sea mucho más especial:
- Mármol y más mármol
El suelo de la catedral es un espectáculo en sí mismo, con una combinación de mármol verde serpentina de Granada y travertino amarillo que le da un toque de distinción y luminosidad. Además, este mismo mármol verde también se ha usado en la mesa del altar, como una especie de “eco” visual que unifica el espacio. - La Cátedra Episcopal
A la derecha del altar se encuentra la cátedra episcopal, una majestuosa pieza tallada en nogal y de estilo neogótico, obra del artista Ramón Fonollosa en 1885. Esta cátedra parece tener alma propia y añade un toque de historia y solemnidad al espacio. - El Cristo Crucificado de Juan de Mesa
Detrás del altar mayor verás una impresionante talla de Cristo Crucificado, obra del escultor barroco Juan de Mesa. Esta pieza no solo es hermosa, sino que tiene una interesante historia: fue encargada originalmente por el Colegio Imperial de Madrid y luego trasladada a la catedral junto con la sillería del coro, que también proviene de la antigua colegiata de San Isidro. - Los Misterios de la Salvación
En el presbiterio, los siete misterios de la salvación están representados en una serie de imágenes que rodean una figura central de Jesús Pantocrátor. Este conjunto, conocido como la corona mistérica, fue diseñado por Kiko Argüello, quien además creó las ocho vidrieras que lo rodean. - San Isidro y Santa María de la Cabeza
Tras la girola, en la capilla central, destacan las figuras de san Isidro Labrador y su esposa, santa María de la Cabeza, en un estilo barroco clásico. Curiosamente, estos santos custodian el arca funeraria que contuvo los restos incorruptos de san Isidro. Este arca del siglo XIII es una obra única, decorada con escenas de la vida del santo pintadas al óleo sobre cuero. - Retablos de Arte Antiguo
En un lateral de la girola se encuentra un retablo dedicado a la vida de san Pedro, creado por Domingo Becerrill, yerno del famoso artista Berruguete. También aquí se puede ver la estela de la Almudena, una pieza contemporánea realizada en plata por Manuel Carrera en 2011. - Capillas Contemporáneas
Muchas de las capillas de la Catedral de la Almudena están dedicadas a santos contemporáneos, relacionados de alguna forma con la ciudad de Madrid. Además, la capilla del Santísimo, decorada en 2011 con mosaicos de estilo litúrgico por el artista padre Ivan Marko Rupnik, es un espacio lleno de simbolismo y belleza, como todas las obras del Centro Aletti, al que pertenece. - Un Vía Crucis Singular
La Catedral de la Almudena posee un valioso vía crucis de estilo flamenco neogótico, que data de finales del siglo XIX. Este conjunto de catorce estaciones fue realizado en óleo sobre cobre, con marcos de castaño decorados a mano, y fue traído de Alemania, añadiendo un toque internacional a la colección de arte religioso de la catedral. - La Espadaña de la Fachada
En la fachada principal de la Catedral de la Almudena sobresale la espadaña, decorada con esculturas de santos muy madrileños como san Isidro y santa María de la Cabeza. Estas figuras, obra de Ramón Chaparro, flanquean una imagen de la Virgen de la Almudena que preside majestuosa la entrada. - Las Puertas y la Cúpula
Las imponentes puertas de entrada de la Catedral de la Almudena, al igual que las esculturas de la cúpula, fueron realizadas por el escultor Luis Sanguino. Sus detalles cuidadosos y la simbología religiosa representan el espíritu de la catedral y aportan un toque contemporáneo que dialoga con la historia y el arte más antiguo del templo.
Tours Civitatis en la Catedral de la Almudena
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En 2016 dejamos nuestra monótona vida y comenzamos a perseguir cascadas, atardeceres y vistas de todo el mundo. En este blog, compartimos historias y consejos de viajes favoritos.
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