Saltar al contenido

Guía de visita al Parque Natural Monasterio de Piedra

Decidimos hacer un viaje familiar al Monasterio de Piedra, en Nuévalos, Aragón. Este monasterio tiene historia para dar y regalar. Fue fundado en 1194 por unos monjes cistercienses, que lo levantaron sobre las ruinas de un antiguo castillo musulmán.

Estos monjes no solo buscaban un lugar de oración, también crearon un pequeño paraíso a su alrededor. Y el nombre, “Piedra”, no es casualidad, viene del río que atraviesa el lugar, y gracias a él han mantenido una piscifactoría en funcionamiento por ¡más de 150 años!

Historia del Monasterio de Piedra

El Monasterio de Piedra tiene una historia fascinante. Fue fundado en 1194 cuando Alfonso II, rey de Aragón, decidió donar un castillo y las tierras que lo rodeaban a un grupo de trece monjes cistercienses.

Este castillo, que databa de la época del Califato de Córdoba (929-1031), había sido una fortaleza defensiva musulmana durante las batallas contra los reinos cristianos del norte de España.

La construcción del Monasterio de Piedra tomó unos 23 años, y aprovecharon los materiales del propio castillo y de la muralla que lo rodeaba. En aquel entonces, la conquista de la región por las fuerzas católicas, que tuvo lugar en 1120, aún estaba fresca en la memoria.

Además, la campaña de los reinos cristianos por recuperar España de manos musulmanas, lo que conocemos como “la reconquista”, seguía su curso. Así que construir un monasterio de este calibre tenía un claro simbolismo: era una forma de proclamar, consolidar y reforzar la identidad católica en la región.

Guía de visita al Parque Natural Monasterio de Piedra
Cascadas impresionantes

El monasterio se construyó en una época de transición entre el arte románico y el gótico, lo que explica su estilo austero y sencillo. Sin embargo, con el tiempo, también se le añadieron algunos elementos barrocos, especialmente en el siglo XVIII.

Los monjes cistercienses vivieron en el Monasterio de Piedra desde 1195 hasta 1835, pero tuvieron que abandonarlo en tres ocasiones: la primera en 1808, durante la Guerra de Independencia; la segunda, durante el Trienio Liberal (1820-1823); y la última en 1835, cuando el gobierno liberal expropió el edificio como parte de su política de desamortización, que implicaba la supresión de las órdenes religiosas masculinas y la venta de sus propiedades.

Durante estos dos últimos periodos, muchas de las estatuas e imágenes del monasterio fueron decapitadas en ataques anticlericales.

Cómo llegar al Monasterio de Piedra

El Parque Natural del Monasterio de Piedra está a solo 105 km de Zaragoza, lo que lo convierte en una escapada perfecta para un día. Si vienes desde Madrid, son unos 230 km, lo cual ya es un día más largo, pero absolutamente factible si madrugas un poco.

Cuando fuimos, optamos por lo más sencillo: conducir desde Zaragoza. ¡Súper fácil! Pero si no tienes coche, no te preocupes, también puedes llegar desde Madrid o Barcelona. Como en la mayoría de los sitios, tienes cuatro opciones principales:

Si decides ir en coche, el Monasterio de Piedra cuenta con dos aparcamientos grandes y gratuitos, bien señalizados y cerca de la entrada. Nosotros no tuvimos problemas para llegar gracias a Google Maps, pero si no tienes GPS, ¡tranqui! Llegar allí es bastante sencillo.

Entradas Monasterio de Piedra

El precio de la entrada es de 14,40 € para adultos y 9,90 € para niños y mayores de 65 años, e incluye el acceso al parque, al monasterio y al museo del vino.

Puedes comprar las entradas al llegar, pero te recomiendo hacerlo online con antelación desde su página web. ¿Por qué? Pues porque te ahorras la fila (créeme, cuando llegan los autobuses se forma una buena) y además te descuentan un 10 % en el precio.

Si decides comprar las entradas allí mismo, la taquilla está después de los restaurantes, a la derecha. Tienen unas ventanillas pequeñas afuera, y dentro del edificio hay una tienda de regalos por si quieres llevarte un recuerdo.

Con las entradas en mano, solo queda pasar por las puertas, donde te las escanearán, y ¡a explorar! Eso sí, como en muchos sitios turísticos, seguro que te encontrarás con alguien que te querrá sacar una foto al entrar… ya sabes, de esas que luego te venden. Porque, claro, ¿dónde no las hay?

Horarios de apertura

El parque natural del Monasterio de Piedra está abierto de 9 a 20 horas de abril a noviembre, y de 9 a 18 horas el resto del año. Mi consejo: reserva al menos tres horas para disfrutar del paseo con calma, así que no llegues demasiado tarde.

El monasterio y el museo abren de 10 a 19 horas de abril a noviembre, y cierran a las 18 horas el resto del año. Ojo, cierran para comer de 13:15 a 15:00, así que tenlo en cuenta al planificar tu visita. ¡No te vayas a quedar a mitad del recorrido sin poder entrar!

Qué ver en el Monasterio de Piedra

Para disfrutar a tope de la caminata por las cascadas del Monasterio de Piedra, reserva unas tres horas. Claro, se puede hacer más rápido, pero vas a querer detenerte a hacer fotos, relajarte un poco y empaparte (bueno, no literalmente) de la belleza del lugar.

El Monasterio y el Museo, por otro lado, los puedes ver en una horita, así que, en total, cuenta con unas 4-5 horas para la visita completa.

Cascadas impresionantes

Sin duda alguna en el Monasterio de Piedra, lo más espectacular de la visita son las cascadas. Al llegar, te darán un mapa con una ruta que te guía más allá de las cascadas antes de descender por una pendiente hasta el comienzo del sendero. ¡No te preocupes, no te vas a perder!

Te aviso que el camino no es precisamente fácil en algunos tramos. Hay bastantes escalones y zonas resbaladizas, así que si vas con niños, mejor deja el carrito en el coche.

También, si no te sientes seguro caminando por escaleras o terrenos un poco irregulares, puede que este sendero no sea para ti. La caminata dura unas dos horas (si no paras mucho) y es todo subidas, bajadas y alguna que otra zona mojada.

Bien, advertencia hecha. El recorrido comienza en la base de una de las cascadas dobles más impresionantes, y luego subes para cruzarla. Prepárate para hacer muchísimas fotos, porque hay sitios increíbles donde detenerte. Es una mezcla espectacular de grandes cascadas y arroyos que corren sobre rocas cubiertas de musgo verde brillante. ¡De esos paisajes que parecen de cuento!

Gruta Iris Monasterio de Piedra
Gruta Iris Monasterio de Piedra

El camino sigue serpenteando entre cascadas de todos los tamaños, acompañando los canales tallados por el río Piedra. Aunque muchos elementos del parque son totalmente naturales, es fácil darse cuenta de que algunos han sido obra del hombre.

A medida que asciendes, además de disfrutar de las cascadas, también te encontrarás con miradores espectaculares que ofrecen vistas al otro lado del valle. Si tienes suerte, ¡puede que incluso veas águilas salvajes sobrevolando la zona!

Después de subir todos esos escalones hasta la cima, llega el momento de volver a bajar. Aquí es donde las cosas se ponen interesantes: una escalera estrecha, tallada en la roca, desciende serpenteando desde la parte superior de la impresionante cascada de Cola de Caballo, que tiene unos 50 metros de altura.

Lo mejor de todo es que la ruta por el Monasterio de Piedra pasa por la gruta Iris, justo detrás del agua. Eso sí, te aviso, ¡te vas a mojar! Pero, ¿qué es una aventura sin un poco de agua, verdad? Luego, la escalera continúa bajando hasta llegar al lago de abajo.

Debido a que la escalera es de fila única, se forma un pequeño cuello de botella, y mientras bajábamos, tardamos bastante en llegar. Pero, sinceramente, no es algo malo. La zona es tan pintoresca que te da la excusa perfecta para ir despacio y disfrutar del paisaje a otro ritmo.

Al final del recorrido, hay un caminito corto que te lleva a una gran zona verde de picnic. Allí encontrarás una pequeña cabaña donde venden snacks, mesas de picnic y un parque infantil, perfecto para que los peques gasten la energía que les quede.

Pesca y el lago Espejo

Justo después del área de picnic, hay un desvío adicional que puedes tomar para caminar junto a las piscifactorías y el lago Espejo. Las granjas de peces son básicamente varios estanques con peces bastante grandes, y si te apetece, puedes comprar comida para ellos por 1 €. Si vas con niños, ¡esto es un buen plan para que se entretengan un poco antes de terminar la visita!

Después de disfrutar del picnic, volvimos sobre nuestros pasos hasta el punto de partida para salir del parque del Monasterio de Piedra. En total, tardamos algo más de 3 horas en hacer la ruta a un ritmo tranquilo, pero podrías hacerlo en menos tiempo. Aunque, claro, mucho depende de cuánta gente te encuentres en la gruta Iris. Lo que está claro es que no deberías tardar más de 4 horas en completarla.

Espectáculo de aves rapaces

Si visitas entre marzo y julio, el parque ofrece tres veces al día un espectáculo de aves rapaces que es gratuito y ¡vale muchísimo la pena! No te preocupes si no entiendes mucho español, porque lo que realmente impresiona es ver a los cetreros manejar a estas increíbles aves.

Hay de todo, desde águilas y buitres hasta halcones y los búhos más majestuosos que puedas imaginar. Las aves vuelan de un lado a otro y, en ocasiones, pasan tan cerca de las cabezas que casi sientes el viento de sus alas. Al final, también puedes acercarte, sacar fotos y admirarlas más de cerca.

Dónde comer en el Monasterio de Piedra

Dentro del parque del Monasterio de Piedra hay dos opciones para comer, y lo mejor es que no tienes que entrar en la zona principal para acceder a ellas. Nosotros decidimos probar el Restaurante Piedra Vieja, que es la opción más económica.

La verdad, fue lo que esperábamos: comida tradicional española, servida en grandes cantidades y que pides en el bar. El ambiente era bastante ruidoso, lo típico cuando hay muchas familias con niños. Eso sí, considerando que tienen a los visitantes un poco “cautivos”, los precios no estaban tan disparados como temía.

El otro restaurante, más elegante y caro, se llama (de manera muy creativa, claro) Restaurante Monasterio de Piedra. Si bien la web lo pinta muy bien, mi consejo es que leas algunas reseñas antes de decidirte, sobre todo si te estás planteando pagar más por la experiencia.

Sinceramente, si volviera, y especialmente en verano, me llevaría un buen picnic. En la zona de juegos hay de todo: mesas, bancos, e incluso un bar donde puedes comprar algo fresquito. La opción perfecta para comer al aire libre sin gastar de más.

¿Qué ver en los alrededores del Monasterio de Piedra?

Si tienes un poco más de tiempo después de visitar el Monasterio de Piedra, te recomiendo sin duda explorar sus alrededores, ¡hay algunos rincones preciosos que no querrás perderte!

Uno de los que más nos gustó fue el Embalse de la Tranquera, que tiene varios miradores perfectos para hacer una parada y disfrutar de las vistas tranquilas del agua. Es el típico lugar que te invita a relajarte y quedarte un rato.

Otra zona que merece mucho la pena es Jaraba y sus impresionantes desfiladeros. Allí, incrustado en la misma roca, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Jaraba, un templo que fue construido entre los siglos XIII y XVIII. La verdad es que, cuando lo vimos, nos dejó boquiabiertos por cómo se integra en el paisaje.

Si te gusta el senderismo, puedes hacer una ruta por el barranco de la Hoz Seca, un recorrido de unos 10 kilómetros. No te preocupes, no hace falta que lo hagas entero para disfrutar de sus impresionantes paredes verticales de más de 100 metros de altura, y, además, puedes ver algunas pinturas rupestres en el camino. Nosotros solo hicimos un tramo, pero nos dejó encantados.

La verdad es que esta zona tiene mucho más para ofrecer de lo que parece. Las dos veces que la hemos visitado han sido escapadas de fin de semana, y nos hemos quedado con ganas de más. ¡Definitivamente, volveremos para explorar a fondo y seguir contándote todos sus secretos!

Escucha el Podcast sobre el Monasterio de Piedra


Tours Civitatis en Zaragoza

1 comentario en «Guía de visita al Parque Natural Monasterio de Piedra»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Etiquetas:
Share via